Inseguridad y sin liderazgo

Este artículo tiene 3 años de antigüedad

Usualmente cuando ocurren hechos delictivos de gran despliegue logístico, como la voladura de una sucursal del banco Regional de Pirapó, en septiembre pasado, o el acontecido la madrugada del viernes en Carlos Antonio López, es inevitable la suspicacia en el imaginario popular y se da por sentado que detrás de este tipo de operaciones necesariamente debe existir involucramiento de agentes policiales, en la ejecución misma, o en la cobertura de seguridad, que garantiza a la banda ejecutar la acción y esfumarse.

La sospecha sube de tono cuando la investigación de estos casos no tiene el resultado que la ciudadanía espera de sus instituciones, esto es, el ministerio público y las unidades especializadas de la Policía Nacional.

A menos de tres meses del sonado caso Pirapó, otro bombazo sacude la apacible madrugada itapuense, esta vez en la pequeña compañía Kressburgo. Una operación calcada de la anterior, y posiblemente ejecutada por el mismo grupo. En ambos casos el objetivo fue una sucursal del banco Regional.

Ya en septiembre de 2019, a plena luz del día, una banda intentó tomar por asalto una sucursal del mismo banco Regional en la ciudad de Fram. La operación fracasó mediante una oportuna reacción de un guardia de seguridad. Tanto aquel caso, como el de Pirapó, siguen en la incógnita, y posiblemente este tercero no sea la excepción.

El departamento de Itapúa, que tiene fama de ser un lugar tranquilo, casi un oasis de paz en medio de un escenario nacional de inseguridad, de repente se ve en una peligrosa espiral de casos que por lo general asociamos a ciudades del norte de la Región Oriental.

Todos los beneficios, en un solo lugar Descubrí donde te conviene comprar hoy

La inseguridad creciente que mantiene en ascuas a la ciudadanía no surge por generación espontánea. Es una de las consecuencias de la corrupción instalada en las instituciones del Estado. Es también un reflejo de una absoluta falta de liderazgo político de quienes fungen de representantes de la ciudadanía en dichas instituciones. No hay modelos a seguir ni líderes que marquen el rumbo. Se perdió la noción de lo que es una República. Políticos que buscan tener fiscales y jueces amigos, para que les cubran sus chanchullos. Magistrados y fiscales sometidos a los políticos, para atornillarse en sus cargos. Jefes policiales más ocupados en recaudar para la corona que la eficiencia y honestidad de sus cuadros.

En días previos a unas elecciones que de alguna manera van a definir el escenario político futuro, cabe alguna reflexión sobre el tema de la seguridad, y su ausencia en la agenda de los diferentes candidatos. No hay debate ni propuestas sobre el modelo de Estado que queremos. No vemos en la agenda de los candidatos propuestas creíbles para combatir la inseguridad y esa monstruosa corrupción que la alimenta. No hay debate ni propuestas sobre el modelo de Estado que queremos, lo que se traduce en apatía e indiferencia ciudadanas. Y así nos va.

jaroa@abc.com.py