La corrupción en la lupa
La lupa de la ciudadanía a nivel país, así como de la comunidad internacional, está puesta en la corrupción y sus diversos actores centrales. Asistimos a semanas de gran intensidad, donde vienen saltando a la luz personajes de la vieja y la nueva escuela de la corrupción, y, con ellos, sus esquemas, manejos y roscas.
Las propuestas de cambio o continuidad de estos esquemas y manejos corruptos permean con fuerza el debate electoral, en las últimas semanas antes de las elecciones generales del 30 de abril, donde se elegirá al nuevo gobierno del Paraguay.
Itaipú no puede estar exenta de este debate. Una entidad que desde su misma gestación ha encarnado un esquema de estafa y corrupción, con grandes beneficios para quienes han lucrado de ello, y un gran perjuicio a la posibilidad de desarrollo nacional. Esto puede, y debe cambiar.
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Itaipú y la corrupción
La corrupción en el uso de los fondos de FONACIDE, las contrataciones millonarias a empresas y amigos, el cuoteo y pago de favores políticos por parte de la entidad, son los casos más conocidos y difundidos cuando hablamos de Itaipú.
Sin embargo, estos son la ínfima parte del gran esquema de corrupción que permea a la entidad. Gestada a partir de una invasión militar brasileña, Itaipú ha sido organizada con una estructura jurídico-política sui generis -su Tratado-, preparara para mantener y blindar la corrupción.
La entidad no puede ser auditada, utilizando el invento de la binacionalidad como razón suprema para no ser controlada. Esta falta de transparencia le ha llevado a Itaipú a estar actualmente demandada ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos de la OEA.
Ejerciendo su soberanía, el Estado paraguayo auditó la deuda de Itaipú, a través del órgano responsable en la materia, demostrando en su informe final del 19 de julio de 2021 la corrupción e ilegalidad de la misma, la cual ya había sido saldada y fue sobrefacturada.
Pese a los millones de dólares que ha representado esta corrupción, la deuda terminó de ser saldada por parte de los gobiernos, y el informe de la Contraloría General de la República duerme en los cajones de la Fiscalía General del Estado.
Otros millones de dólares de corrupción se mueven diariamente a través del contrabando y narcotráfico en el lago y territorio de Itaipú. La investigación periodística de uno de los principales diarios del país presentó en detalle el uso corrupto de las tierras, reservas y lago de la entidad. A la fecha, no se ha abierto una investigación al respecto, mientras el contrabando y el narcotráfico siguen sus negocios.
Desde el inicio
Nada de esto es nuevo. La obra de Itaipú terminó costando 10 veces más que su valor inicial, sobrefacturada con enormes montos que han beneficiado a las empresas constructoras, las dictaduras y los grandes bancos. Hasta hoy, esta corrupción sigue impune, y no fue investigada.
Uno de los embajadores brasileños de la época en Paraguay, José Jobim, había anunciado que publicaría los datos de la sobrefacturación de la obra de Itaipú. Jobim fue asesinado por la dictadura militar brasileña en 1979, y la documentación sobre Itaipú fue robada de su domicilio.
La dictadura brasileña había sostenido que se trató de un suicidio. A partir de la lucha de sus familiares, en el 2018 se demostró que el embajador fue asesinado por la dictadura militar, tras anunciar que denunciaría la corrupción en Itaipú. En 2021, Itamaraty homenajeó al embajador, reconociendo su importante aporte.
Se puede y se debe cambiar
El enorme flujo de energía y dinero que genera Itaipú hoy alimenta la prebenda y la corrupción, pero puede y debe alimentar la transparencia y el desarrollo. Itaipú necesita sanearse, y sacudirse de la corrupción endémica que la permea desde su mismo origen.
Un paso central para ello es avanzar en investigaciones serias sobre la deuda espuria, la sobrefacturación de la obra y el uso indebido del territorio de la represa, donde los responsables rindan cuentas ante la justicia.
Otro paso central, y estratégico, es el cambio del blindaje de la corrupción, que bajo el manto de la binacionalidad, no permite que el Estado la audite, ni que su gestión, dirección ni fondos sean transparentes.
La lupa a nivel país debe posarse sobre las instituciones significativamente corruptas, como Itaipú, cuyo manejo aceita y da vida a toda la máquina corrupta y clientelar que viene saliendo a la luz.
Pongamos sobre la mesa estos debates fundamentales. Saneemos Itaipú, saneemos Paraguay, y avancemos con fuerza hacia el desarrollo, el bienestar y la prosperidad. Es posible.
* Politóloga, docente e investigadora. Integrante de la Campaña Itaipu ñane mba´e. @cvuyk. ceciliavuyk@gmail.com