A diario vemos cómo en las esferas legislativas se discuten temas personales, como si todo el mundo dependiera de ello. En la vida real, mucha gente sigue sin los mínimos recaudos para guardar el agua.
Es probable que más escuelas se derrumben y que los niños que estudian bajo los árboles tengan que terminar el año así bajo la lluvia. Pero a nadie le importa.
También tendremos chorros de agua en los quirófanos y consultorios inundados en los hospitales porque no trabajamos como las hormigas, no aprendemos de experiencias pasadas.
Necesitamos profesionales capacitados para enfrentar lo que se viene con el cambio climático.
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No es novedad que el clima está alterado y que se avecinan grandes catástrofes ambientales, una de ellas es que las personas se queden sin agua en poblaciones vulnerables y alejadas, como ocurre en el Chaco.
Existen sistemas de recolección de agua que permiten contar con el preciado líquido para lo básico en un hogar, por ejemplo, limpiar el baño y lavarse las manos.
La capacidad técnica en el Paraguay es muy buena, ya tenemos muchos profesionales que han ido a estudiar en el extranjero, hay dinero para despilfarrar en aumentazos sin sentido, pero no somos capaces de pensar en el futuro, el año que viene, y el modo en que tenemos que cuidar nuestro planeta.
Captar el agua de lluvia, almacenarla, filtrarla y conservarla es posible. Gran parte de nuestra población rural depende del agua para sus cultivos y cría de animales.
El agua de lluvia es un tesoro que debemos cuidar y guardar. Los tanques subterráneos pueden surtir el agua en momentos críticos y es lo que necesita nuestra gente para el aseo, lavar las verduras, regar las plantas.
¿Cómo debe tratarse el agua de lluvia para que sea potable, y se pueda tomar? Los expertos deben enseñar cómo hacer que el agua sea segura para beber, y el Estado debe asegurar la provisión de agua debidamente tratada en plantas que utilizan procesos químicos controlados.
Tenemos un problema serio, por favor no pierdan el tiempo en rencillas de alcoba, dejemos las telenovelas para la ficción y el entretenimiento. Y, por fin, empiecen a trabajar.