La sociedad paraguaya se encuentra en una crisis debido a la pobreza y la inseguridad. El sueldo mínimo no alcanza para vivir y los encargados de las instituciones públicas, al parecer, solo piensan en llenar sus bolsillos con la plata de la gente.
Resulta de suma urgencia realizar grandes cambios en los diferentes puestos del Estado, como, por ejemplo, dejar de elegir a los mismos incompetentes de siempre. No obstante, algunos jóvenes que se encuentran con intenciones de disputar por un puesto en algún partido político ya comienzan a mancharse con hechos de corrupción.
La Asociación Nacional Republicana (ANR) realizará elecciones juveniles para diferentes puestos en la Comisión Central de la Juventud de este partido. El cargo de presidente resulta ser el puesto más codiciado por los candidatos; en estos días, algunas irregularidades y denuncias vieron la luz, manchando la figura de algunos candidatos y, una vez más, involucrando al partido colorado en hechos de corrupción.
Según manifestó el secretario ejecutivo del Tribunal Electoral Partidario de la ANR, Rubén Rolón, existen irregularidades en las candidaturas. Aparentemente, hay personas que se registraron en dos movimientos distintos para terminar renunciando a uno de ellos y así perjudicar a la lista. “Les pagan para que renuncien al movimiento contrario”, afirma Rolón.
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También, Triana Fretes, una de las candidatas que puja por la presidencia, fue denunciada en redes sociales por, supuestamente, estafar a personas. La joven es candidata de Añetete para el puesto de presidenta de la Comisión Central de la Juventud.
Si antes de ocupar un puesto en el Estado, ya estafa a las personas, ¿qué pasaría cuando ocupe un lugar importante en una de las instituciones públicas? De comprobarse este hecho, se deberían tomar cartas en el asunto y no dejar participar a la joven en las elecciones de ese partido; personas honestas son las que escasean en nuestra política.
Al parecer, en los jóvenes está la responsabilidad de sacar adelante al país, ya que los parlamentarios y muchos funcionarios públicos no desean ver un Paraguay floreciente y solo quieren seguir robando al pueblo. Si volvemos a elegir a personas que están involucradas en hechos ilícitos, seguiremos siendo timados.
Por Alejandro Gauna (18 años)