Limpia se prepara para la cita en la Copa del Mundo de la categoría sub 20 en Francia a realizarse dentro de unos meses. "De pequeña, nunca esperé llegar a un Mundial, pero siempre mi sueño fue estar en la selección paraguaya", recuerda. Entre risas, comentó que siempre se imaginaba jugando entre varones, ya que de niña no sabía que existía el fútbol femenino.
De su abultado currículo deportivo manifiesta que nunca encontró mayores dificultades, ya que contó con el apoyo de sus seres queridos. "En mi familia nunca me dijeron que este no es un deporte para niñas; sin dudar, me animaron para que siga adelante porque eso era lo que me hacía feliz", explica Limpia.
El vestir la casaca albirroja implica muchos sacrificios. Limpia menciona que todos los días se despierta temprano para ir al colegio y de allí pasa a las prácticas. "Vuelvo de noche a mi casa, solamente para dormir", comenta. La deportista se encuentra en el último año del colegio y al concluir planea estudiar nutrición deportiva.
"Lo más difícil de todo es renunciar a pasar el tiempo con mi familia y mis amigos", declara la joven. Pero la satisfacción de hacer lo que le apasiona le permite sobrellevar todas las dificultades. "Si tengo millones de problemas, todo se va con solo pisar el césped; para mí la cancha es un paraíso", afirma.
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Su mayor ejemplo a seguir es su mamá: "Ella es la que constantemente me da fuerzas. Nunca la veo con una cara larga y siempre me da una sonrisa que me reconforta. Creo que ella es una de mis pilares más importantes, al igual que mi papá; los dos son los que hacen que yo siga en pie", expresa.
“Prácticamente, no hay tiempo para salir con amigos, pero cuando estoy libre, trato de tomar tereré con los más cercanos”, cuenta la atleta, quien aprovecha los domingos para pasar tiempo con su familia.
Limpia comenta que el fútbol femenino en nuestro país requiere de más apoyo y reconocimiento. "El fútbol es tanto para los varones como para las mujeres. Sabemos que acá hay mucho machismo todavía, ese pensamiento deberíamos cambiar para que de esa manera el fútbol femenino siga creciendo", añade la defensora.
Por otra parte, Limpia aconseja a todas las jóvenes que sueñan con jugar en un Mundial de fútbol: “Sigan sus objetivos, no se rindan porque el único límite es el cielo. Cada uno tiene que luchar por lo que realmente quiere. Nunca dejen de soñar porque los anhelos están para ser cumplidos”, finaliza.
Por Agustina Vallena (18 años)