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Como en años anteriores, la ciudad de Boom, Bélgica, es de nuevo el centro de atracción de la escena electrónica para la edición número 12 de Tomorrowland. El festival se desarrolla en dos partes: la primera concluyó el fin de semana pasado y la segunda parte continuará del 28 al 30 del presente mes.
Este año, la temática es “Amicorum Spectaculum”, que en latín significa el espectáculo de los amigos. Según los registros proporcionados por Tomorrowland, el año pasado acudieron 180.000 personas. El fenómeno Tomorrowland es tan llamativo que las entradas de este año se vendieron en tan solo 30 minutos. Esto demuestra cuán fuerte pisa la electrónica en la industria musical.
Este festival cuenta con 12 escenarios con juegos de luces deslumbrantes, donde se tocan los diversos géneros de la música electrónica, tales como house, trance, techno, hardstyle y trap, entre otros.
Tomorrowland se inició en 2005 con la concurrencia de unas 8.000 personas. Lo que parecía un previsible fracaso se convirtió luego en uno de los mayores festivales en la historia de la música.
DJ veteranos como David Guetta, Tiësto y Armin van Buuren fueron los protagonistas de las primeras ediciones. Los medios de prensa comenzaron a hacerse eco de un llamativo concierto al cual acudían jóvenes de diversas partes del mundo, quienes convirtieron la desconocida ciudad de Boom en uno de los templos de la música electrónica.
Tomorrowland no solo es conocido por su multitudinaria concurrencia, sino también por sus imponentes escenarios de más de 10 metros de altura. Figuras de animales gigantes, castillos y barcos son algunos de los variados escenarios que podés encontrar en esta increíble ciudad.
Si te cansás de bailar horas y horas, podés degustar de los platillos típicos de varios países del mundo. Con pancita llena y corazón contento, le das rienda suelta a la fiesta en las pistas de baile. Tomorrowland prácticamente se convierte en una ONU musical, ya que conocés personas provenientes de los cinco continentes, de diversas culturas, religiones y lenguas. Todos juntos para compartir una sola pasión: la música electrónica.
Son muchos los valores que podemos rescatar de este festival, igual si no te gusta la música electrónica. La paz, el amor y la tolerancia son valores que este mundo necesita con suma urgencia y es ahí donde la música dice presente con su mágico poder. ¡Que no pare la fiesta, let’s go!
Por Víctor Martínez (18 años)