Un Tribunal de Sentencia de Pedro Juan Caballero encontró a un hombre culpable de cometer abuso sexual y por eso lo condenó a 18 años de privación de libertad en un recinto penitenciario. El fiscal del caso fue el agente Armando Cantero Fassino.
La víctima en cuestión fue la hijastra del hoy condenado, que en el año 2018 tenía solo 12 años.
Antecedentes del caso señalan que en horas de la tarde del 16 de noviembre de 2018, la niña de 12 años se encontraba participando de un festival estudiantil. En un momento dado se sintió mal de salud, por lo que sus profesores la auxiliaron y avisaron a la madre sobre lo ocurrido.
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Aquella no era la primera vez que la pequeña sufría de falta de aire y taquicardia. A pesar de haber sido sometida a estudios médicos, no se detectó ninguna patología.
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En el centro médico, la madre interrogó a su hija sobre qué fue lo que le pasó y, tras mucha insistencia, la niña confesó que su padrastro la sometía sexualmente desde que ella tenía 7 años. Añadió que al principio eran manoseos hasta que, cuando tenía 11 años, la sometió a vejámenes sexuales.
La víctima contó -en su declaración en Cámara Gesell- que a pesar de los reiterados pedidos para que parara, el hombre nunca lo hizo, lo que finalmente desencadenó en un cuadro depresivo para la menor, según señalan los informes médicos y psicológicos.
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Otra condena por abuso sexual
El Tribunal de Sentencia, también de Pedro Juan, presidido por la jueza Librada Peralta e integrado por las magistrada Mirna Ocampo y Mirna Soto, consideró suficientes y contundentes las evidencias expuestas por la agente Reinalda Palacios y por ello condenó a 10 años a un hombre por abuso sexual.
El Ministerio Público tuvo conocimiento del hecho el 15 de julio de 2018, mediante denuncia por abuso sexual presentada por una mujer contra el padrastro de una niña de 8 años.
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Según el relato de los hechos, la mujer, vecina de la pequeña, la llevó a su domicilio para inspeccionarla, pues notó que la menor presentaba heridas en la cabeza y ya cuando iba a ser entregada nuevamente a la madre, la niña se negó a volver a la casa alegando que su padrastro la vulneraba.
La niña fue sometida por su padrastro, aparentemente, en reiteradas ocasiones cuando el hombre se encontraba bajo efectos del alcohol y otro tipo de sustancias. Además, según declaración de la niña, vivía bajo constantes amenazas y su madre era conocedora de los hechos de los que era víctima.
