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A las 8:00 de este miércoles prosiguió el juicio oral y público a los presuntos integrantes de una estructura narco Roberto Núñez Portillo, alias Robertí; así como Luana Antúnez Bogado, Ronilson Jiménez, Emilton Leite y Clemencio Franco, detenidos en el operativo Romai.
El Tribunal de Sentencia encargado del juzgamiento de los acusados está presidido por la jueza Gloria Hermosa e integrado por sus colegas Víctor Hugo Alfieri y Alba González. En tanto que en representación del Ministerio Público está la fiscala Alicia Sapriza y la fiscala María Irene Álvarez, de la Unidad Especializada en Lucha contra el Crimen Organizado.
Por su parte, Núñez Portillo y Antúnez Bogado están siendo defendidos por los abogados Aldo Aguirre y Amada Silva; Jiménez, por los abogados Pierina Mappa y Anda Silva; Leite es asistido por Myrian Fernández, mientras que Franco es asistido por el defensor público Carlos Arce.
El operativo Romai fue dirigido por el fallecido fiscal Marcelo Pecci y el entonces fiscal Hugo Volpe, así como por la agente Alicia Sapriza. El trabajo se llevó a cabo en mayo de 2019 en la colonia Piray, situada entre los distritos de Karapã'i y Capitán Bado, en el departamento de Amambay.
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Policía habló sobre operativo y rescate de menores explotados
El subcomisario Pedro Lesme, del Departamento contra el Crimen Organizado, declaró en carácter de testigo durante la jornada de hoy. El mismo es uno de los testigos ofrecidos por el Ministerio Público, teniendo en cuenta su participación en la investigación previa y durante el operativo.
Lesme indicó a ABC que durante su testimonio relató que “todo se inició por un pedido del Brasil, donde se le identificó a un grupo que traficaba armas y drogas a ese país. Además de que justamente uno de los abatidos en el operativo fue reconocido como participante de un asalto en Coronel Sapucaia”.
“Llegamos al lugar y ya fuimos recibidos con disparos de armas de fuego. En el lugar fueron abatidas cinco personas y hubo dos detenidos. También dos policías resultaron heridos, uno en la cabeza, pero afortunadamente el casco balístico le salvó la vida”., agregó el subcomisario, al referirse a la incursión.
Por otra parte, Lesme refirió que “se respetó la vida de quienes se entregaron, así como de los niños e indígenas que estaban en el lugar y eran explotados; los niños laboralmente en campos marihuanales y las niñas sexualmente. Todos de entre 9 y 13 años de edad”.
El agente policial comentó que los miembros de esta organización, además de explotar a los menores de edad, también les hacían practicar con armas, ya con fines de que más adelante sean reclutados por la red. Los niños eran “útiles” para los criminales por la mano de obra barata y por ser de la zona.
Entre los demás testigos, faltantes, figura el actual comandante de la Policía, comisario general comandante Gilberto Fleitas, quien también había participado activamente del procedimiento.
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Proceso por homicidio
Los cinco están enjuiciados por el crimen de los hermanos Martimiano Ruiz Díaz Arévalos (51) y Calixto Ruiz Díaz Arévalos (50), acribillados por sicarios en su casa de Capitán Bado, el 15 de noviembre de 2019. El nombre de Robertí saltó luego de que de Investigaciones de Amambay allanaran la casa de madre en el barrio Chaco’i.
Ese hecho habría sido financiado por traficantes de cocaína bolivianos que en 2018 presuntamente fueron estafados por los hermanos Ruiz Díaz Arévalos, pues la versión obtenida por la Policía fue que estos habrían pagado US$ 6.000, pero con billetes falsos, por una carga traída del país vecino.
El dinero apócrifo habría sido llevado a Santa Cruz de la Sierra por Juan Gregorio Ruiz Díaz Arévalos (47) y Adelio Arévalo Martínez (45), hermano y primo, respectivamente, de los asesinados del 15 de noviembre.
Aparentemente, cuando entregaron el dinero falso los primos fueron descubiertos por los bolivianos, ya que ambos badeños nunca más regresaron y se presume que fueron asesinados en Bolivia.
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Operativo Romai
El procedimiento se inició a las 07:00, en la colonia Piray del distrito de Karapã'i, a 500 metros del tramo de la Ruta PY11, a 107 kilómetros de Santa Rosa del Aguaray (departamento de San Pedro) y a 35 kilómetros de Capitán Bado (Amambay).
El nombre de “Romai” era un acrónimo formado por los apodos de los dos objetivos de aquella incursión, Roberto Núñez Portillo, alias Robertí, y Eugenio Suárez Valiente, alias Mai Suárez.
Además de Robertí, fueron apresados con vida Soriano Alfonzo Sanabria, Clemencio Franco Martínez, Emilton Leite da Silva Filho y un joven de 17 años. También cayó la brasileña Luana Antúnez Bogado. En contrapartida, fueron abatidos a balazos el brasileño Elso Alan Ribeiro Barros y los paraguayos Rubén Portillo, Pablo Javier Ocampos, Richard Alexander Fernández Duarte y Silvino Arce Benítez.
Los familiares de estos, inicialmente, dijeron que eran simples albañiles que trabajaban en la construcción de la fortaleza encomendada por “Robertí”. Sin embargo, una semana después los fiscales confirmaron que los supuestos albañiles eran en realidad marihuaneros y sicarios de “Robertí”.