Fulvio Núñez, residente de Caacupé, relató que el viernes fue a visitar a su panteón familiar ubicado en el campo santo de la villa serrana y se encontró con la sorpresa de que rompieron las paredes y arrancaron la puerta de metal.

El denunciante lamentó la terrible inseguridad que se tiene en el espacio de sepulcro, pues no hay control y mucha gente gasta dinero para poder tener un panteón digno que esté en buenas condiciones y aparecen los ladrones y hacen esto, dijo.

“Solo la impotencia se apodera de nosotros, porque ya ni a los muertos se los respeta; es una vergüenza la forma en que se encuentra el cementerio ubicado en pleno centro de Caacupé”, sotuvo.

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Los robos persisten

Otra denunciante es Sara Vargas, quien indicó que los robos persisten y recordó que hace un mes había sufrido una situación similar con el hurto del picaporte de un panteón.

Añadió que consultó a los vecinos por qué ocurren este tipo de hechos en la zona y le respondieron que hay jóvenes adictos que aprovechan las noches para ingresar y llevar cualquier cosa para vender. “Esto pasa porque en el sitio no hay guardia nocturno y de día ni se le encuentra al encargado”.

“Aquí se roba todos los días. No podemos pensar en llevar cosas para mejorar el sitio de descanso de nuestros seres queridos, porque los drogadictos se llevan lo que sea. Es una pena porque pagamos por un sitio que está olvidado por las autoridades”, resaltó.

Sobre el control policial consultamos al comisario César Benítez, jefe de la Comisaría Primera, quien mencionó que se realizan los controles de forma aleatoria. Con respecto al robo en el cementerio expresó que no recibieron ninguna denuncia formal.

Destacó que siempre se hacen los recorridos, pero que los ladrones se las ingenian para delinquir. La Comisaría cuenta con dos patrullas que operan de lunes a viernes en horario extendido.

Ante esta situación buscamos a algún encargado del cementerio de Caacupé, pero no encontramos a ningún representante. Estamos abiertos si desea referirse al caso.