Esta semana el bloque de los 27 europeos decide si avanzar o “congelar” el pacto que abriría un mercado de consumos, bienes y servicios de 700 millones de personas.
La UE atraviesa internamente por crisis que van desde divisiones hasta denuncias de corrupción.
La Comisión Europea, brazo ejecutivo de la Unión Europea, espera que los 27 estados miembro autoricen el acuerdo con el Mercosur, entre el 16 y el 19 de diciembre durante una reunión clave en Bruselas.
El pacto comercial permitirá que la UE exporte más vehículos, maquinaria, vinos y licores a América Latina, a cambio facilitará la entrada de carne, azúcar, arroz, miel o soja sudamericanos a Europa.
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Mercosur, listo
Del lado de los países del Mercado Común del Sur (Mercosur: Paraguay, Uruguay, Brasil y Argentina) existe consenso para la ratificación del acuerdo de asociación comercial con la Unión Europea. También, hay unanimidad en no insistir con la alianza y priorizar ya otros mercados, según fuentes diplomáticas paraguayas.
En cambio, en el bloque europeo la suscripción del tratado depende de una decisión de las autoridades europeas, que aún deben vencer la resistencia de un grupo de países liderados por Francia y tienen previsto concluir sus deliberaciones sobre el asunto entre el 16 y el 19 próximos, en vísperas de que los líderes suramericanos se reúnan en Foz do Iguaçu.
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Esta división amenaza con convertir este hito histórico en otro episodio de una negociación interminable que está próxima a cumplir 30 años.
Beneficios del acuerdo
Pero de entrar en vigencia este acuerdo será el mayor tratado comercial jamás ratificado tanto por la Unión Europea como por el Mercosur.
Como dato clave, las empresas de los dos bloques pasarían a actuar en un mercado con 279 millones de personas del lado del Mercosur y 450 millones del lado de la UE, según registro de la Comisión Europea, brazo ejecutivo de la UE, liderado por la presidenta Úrsula von der Leyen.
Para los sudamericanos, el acuerdo representaría el acceso a un mercado que requiere alimentos. En 2023, los cuatro países del Mercosurexportaron a la UE alimentos (carne, soja y maíz) por unos 24.000 millones de dólares.
Este acuerdo debe permitir entre otras cosas que la UE exporte más automóviles, maquinaria y bebidas alcohólicas a Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay.
A cambio, facilitaría la entrada de carne, azúcar, arroz, miel o soja latinoamericanos, con el riesgo de debilitar algunos sectores agrícolas europeos.
El proceso
El proceso de negociaciones tuvo que superar numerosos obstáculos desde sus inicios, en 1995, con varias pausas hasta llegar al 2025 con altas probabilidades de un sufrir un nuevo estancamiento.
A finales de 1990, se logró primeramente firmar un convenio marco interregional de cooperación estratégica que entró en vigor en 1999. Y en 2000 comenzó el camino tortuoso para la asociación comercial.
Luego hubo prolongadas pausas como la de 2004 y 2005, relanzamientos en 2010 y un principio de acuerdo político en 2019 impulsado por Paraguay y Brasil, luego de tantas idas y vueltas.

Anexo medioambiental
Sin embargo en 2023 una carta-anexo medioambiental volvió a frenar la posibilidad de conciliar intereses y deparó en un nuevo estancamiento, producto de resistencias internas en el interior del bloque europeo.
El anexo medioambiental, con nueve cláusulas -entre otros- supondría límites al desarrollo agroindustrial del Paraguay y los demás países del bloque; y complicó –de nuevo– la ratificación final del pacto en diciembre de 2023.
Brasil, con el presidente Luiz Inacio Lula da Silva, tildó de “inaceptable” la carta.
Un año después, el panorama fue alentador. Se alcanzó un acuerdo político integral y se marcó el fin de las negociaciones para dar paso al proceso de ratificación por parte de todos los Estados involucrados.
Para que entre en vigor, el acuerdo de asociación, que abarcaría un mercado de unas de 750 millones de personas, todos los parlamentos nacionales de la UE deben ratificarlo.
Por parte de los sudamericanos, cada Parlamento lo aprueba y entra en vigencia por separado.
Escollo del lado europeo
Si bien tanto los líderes de la UniónEuropea y el Mercosuraseguran que el acuerdo es beneficioso para ambos y que todos ganan, con salvaguardas añadidas para proteger el medioambiente, las condiciones laborales y los medios de subsistencia de agricultores.
Aún así Francia lidera un sector en minoría que se opone a la asociación, pese a la validación de la Comisión Europea y el compromiso de intervenir en caso de desestabilización del mercado.
París insiste con que en su estado actual, el acuerdo es “inaceptable” y otros agricultores de otros países europeos se oponen por considerar una amenaza directa para sectores como el cárnico y el azucarero.
Gremios europeos, a favor
En cambio, la patronal Business Europe y la asociación de cámaras de comercio de la Unión Europea Eurochambres, así como las organizaciones Mesa Redonda Europeapor la Industria y Foro Europeo de Servicios, pidieron “aprovechar la oportunidad” y concluir el acuerdo, considerando que las empresas europeas están “cada vez más expuestas a las presiones de las agresivas políticas comerciales de China y los aranceles estadounidenses”.
Apuntaron que el Mercosur ofrece abundantes materias primas esenciales y un gran potencial en materia de energías renovables, ambos elementos fundamentales para la transición ecológica y digital de Europa, de manera que el acuerdo contribuirá a diversificar las cadenas de suministro de Europa y a reforzar su autonomía estratégica.
Alemania sienta postura
El Gobierno de Alemania sentó postura a favor de la ratificación del pacto, considerando que en tiempos de cambios globales, el acuerdo es una señal clara para la cooperación internacional basada en reglas, y añade que la parte comercial del acuerdo dará impulsos al crecimiento a través de la eliminación de aranceles.
Otros aspectos destacados por Alemania son el compromiso común con los principios democráticos y con el Estado de derecho y con la no proliferación de armas de destrucción masiva.
Salvaguardas
A fin de facilitar la firma del acuerdo, la comisión de Comercio Internacional del Parlamento europeo aprobó unas nuevas cláusulas para darles garantías a los agricultores comunitarios.
Esas nuevas medidas plantean activar una investigación por parte del Ejecutivo comunitario en caso de que las importaciones de productos agropecuarios suban un 5% por encima de la media de los tres años anteriores, o si los precios son un 5% más baratos que los productos europeos.
Si esas cláusulas fueran aprobadas, ambos bloques consideran que el acuerdo con el Mercosur puede ser firmado el próximo día 20, en el marco de la cumbre que se celebrará en Foz do Iguaçu.
