En los espectáculos circenses de la antigua Roma, con el pulgar para arriba o para abajo el pueblo decidía la vida o la muerte de los gladiadores. Ahora, nuestro dedo índice es el que tiene el poder: puede definir si queremos seguir con un modelo de gobierno prebendario, corrupto, de espaldas a la gente, o si le damos la chance a un país mejor.

Ariadna Itzel es sostenida por una profesional de la salud del Hospital de Limpio.

1/1/2022 16:37

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