4 de febrero de 2023
A treinta años de vigencia de la Constitución de 1992 el sistema político paraguayo experimenta una extraña paradoja. Cuenta con la Constitución más democrática de su historia, pero padece el momento más iliberal. Las instituciones se integran siguiendo ciertos rituales, que no alcanzan estándares constitucionales rigurosos y, desde ellas, se ejerce el poder con criterio político sin mayor sustento jurídico negando en muchas ocasiones derechos ciudadanos. Paraguay, lamentablemente, es una democracia iliberal.