Las altas temperaturas requieren de una alimentación más fresca y liviana. Te ofrecemos algunas opciones para preparar esta semana.
No es tan famosa como la lechuga o el berro por estas latitudes, pero es una planta que se utilizaba ya en la época romana cuando se popularizó por sus propiedades afrodisíacas. La cocina italiana del presente con todo glamour la presenta en pizzas y platos de espagueti, por su toque picante y amargo.
Son un clásico en cualquier reunión familiar, por eso las ensaladas son imprescindibles para todos. Hoy vamos a prepararlas con sabores frescos del verano, combinando nuevos gustos para deleitar el paladar de grandes y chicos.
En verano nos tientan las ensaladas y es porque el cuerpo sabe qué necesitamos. No obstante, muchas veces la falta de costumbre hace que rechacemos una comida tan benéfica y necesaria para nuestra alimentación. Conversamos con la Lic. Ángela Duarte.
Son una gran fuente de energía y proteínas que podemos aprovechar todo el año, en invierno en guisos y sopas, en verano en ensaladas. Son buenas para el control del colesterol y la presión arterial, e ideales para diabéticos y personas con sobrepeso, por su aporte de fibras y su efecto glucémico y saciante.
Tienen un alto nivel de agua, muy pocas calorías, textura fibrosa y aportan mucho volumen, son ideales para comer en días de mucho calor. Frescas y combinadas entre sí, aportan muchísimos nutrientes. Las hojas verdes pueden usarse en diferentes preparaciones, tanto frías como calientes, como guarnición de una carne o colchón de un plato principal, para sumar fibra, color y frescura a la receta.