20 de diciembre de 2025
En una de las homilías del novenario de la Virgen de Caacupé, monseñor Miguel Fritz se refirió a la lacerante realidad de miseria, injusticia y discriminación que sufren muchos, probablemente la mayoría, de nuestros compatriotas indígenas. Como obispo del Vicariato Apostólico del Pilcomayo, monseñor Fritz conoce esa realidad de primera mano. No obstante, con todo respeto, hay algo en lo que se equivoca. No es cierto que el Estado paraguayo no disponga de suficiente presupuesto para asistir a quienes más lo necesitan. Lo que ocurre es que existe una gigantesca repartija del dinero de los contribuyentes. El censo nacional de 2022 identificó a un total de 140.206 indígenas en el país. No todos están en situación de pobreza extrema, pero, si así fuera, se necesitarían 86 millones de dólares anuales para sacarlos de esa condición. ¿Parece mucho? Solamente tres programas de subsidios públicos para “combate a la pobreza” (Adultos Mayores, Tekoporã y Hambre Cero) se llevaron 870 millones de dólares en 2025 y se están previendo fuertes aumentos en el Presupuesto 2026. ¿Dónde están los resultados?


En el segundo día del novenario a la Virgen de Caacupé, monseñor Joaquín Robledo, obispo de la diócesis de San Lorenzo, reflexionó sobre la necesidad de buscar justicia en la sociedad, la importancia de no perder la esperanza e instó a seguir peleando con fuerzas por un Paraguay mejor.


El cardenal y arzobispo metropolitano Adalberto Martínez destacó hoy la ética periodística y el compromiso con la justicia durante la Solemnidad de la Ascensión del Señor y la 58ª Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales 2024. En su homilía, recordó los asesinatos de Santiago Leguizamón y Marcelo Pecci.
Este domingo, dentro del marco de la cuaresma, el Cardenal Adalberto Martínez Flores, hace un llamado a trabajar la unidad, la comunión, el amor recíproco como la medicina para curar las heridas y las discordias. Manifiesta que la incoherencia entre lo que decimos ser y lo que realmente somos es el peor antitestimonio.

“Estamos bastante mal en el país, las instituciones públicas no sirven, hay familias que están pasando hambre, mientras nuestra Justicia está sometida al poder fáctico de un pequeño grupo de privilegiados”, dijo monseñor Gabriel Escobar, obispo del Chaco, durante su homilía en la catedral de Fuerte Olimpo. “El pueblo no puede servir a otro patrón que no sea Dios”, refirió en abierta alusión al expresidente de la República Horacio Cartes.