No me asombran las desacertadas expresiones en las que caen quienes fungen de representantes del pueblo. Desacertadas en su mayoría producto de la ignorancia de la que hacen gala cada vez que abren la boca. La cuestión de la inmunidad parlamentaria no se escapa de tan lamentables expresiones y confirman cuan ignorantes son quienes tienen la facultad de legislar sobre nuestras conductas. Todo un drama.
El senador liberal Carlos Amarilla informó ayer que está estudiando la reglamentación del artículo 191 de la Constitución, que se refiere a la inmunidad parlamentaria, para evitar que el Congreso se convierta en un “aguantadero”. Recordó que es necesario establecer con claridad que el fuero tiene que estar vinculado exclusivamente a la labor parlamentaria. Lamentó que hoy se haga una interpretación extensiva de que esa inmunidad es personal. “Es preciso poner límites”, expresó el legislador.
El dirigente pemasista Camilo Soares es uno de los responsables de la ruptura de la izquierda, porque privilegia sus intereses personales, como buscar una banca en el Senado para “cobijarse en la inmunidad parlamentaria”. Así lo afirmó ayer el excanciller Héctor Lacognata.