Juan Pablo I

Roxana Sosa; su hija Candela Giarda, y el sacerdote José Dabusti, en Argentina. La joven argentina Candela Giarda, de 21 años, sonríe diez años después de ver de cerca el final de su vida por una patología cerebral grave, de la que se salvó gracias a un milagro por intercesión del papa Juan Pablo I, según aprobó el Vaticano.
Fotografía cedida por Candela Giarda, de su archivo familiar, en la que se ve, de izquierda a derecha, a Roxana Sosa; a su hija Candela Giarda, y al sacerdote José Dabusti, en Argentina.La joven argentina Candela Giarda, de 21 años, sonríe diez años después de ver de cerca el final de su vida por una patología cerebral grave, de la que se salvó gracias a un milagro por intercesión del papa Juan Pablo I, según aprobó el Vaticano al anunciar que el pontífice será proclamado beato.
Portada del diario ABC Color cuando Albino Luciani fue electo tomando el nombre de Juan Pablo, en homenaje a los dos papas anteriores, Juan XXIII y Pablo VI, que habían marcado la historia de la Iglesia moderna con el Concilio Vaticano II.