10 de diciembre de 2025
En opinión del presidente Santiago Peña, el escándalo desatado en el Congreso por el nepotismo insolente no implicó un incumplimiento de la ley, sino solo un “problema ético y moral”, pues donde ella falta regirían criterios subjetivos. Según dijo, lo que es moralmente correcto para unos, puede que no lo sea para otros, de modo que volvió a insistir en que la ciudadanía espera “reglas claras”. En verdad, el administrador general de la República hizo muy mal en trasladar a la gente su ignorancia de las leyes, que juró cumplir y hacer cumplir. Está muy equivocado: las normas que regulan esta materia existen y son bastante claras. Actuando así, se burla de sus compatriotas. Es lamentable, pero está cumpliendo –o le están haciendo cumplir– un triste papel que desdibuja su figura, lo que puede llevar a una pérdida de respeto hacia su persona y a un creciente rechazo ciudadano.