La Policía israelí admite un posible uso indebido del software espía Pegasus

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Jerusalén, 1 feb (EFE).- La Policía israelí, que semanas atrás negó haber usado indebidamente el software Pegasus para espiar los teléfonos de ciudadanos israelíes sin orden judicial, admitió que ha encontrado ciertas evidencias sobre un posible uso inapropiado de este polémico sistema.

Los cuerpos policiales realizaron una investigación interna en la que encontraron "hallazgos adicionales" que "cambian el estado de las cosas en ciertos aspectos", concretaron hoy en un comunicado, tras las informaciones del digital Calcalist en enero, que reveló que la Policía habría usado el programa de la empresa NSO Group para extraer información y espiar a civiles sin permiso judicial previo.

Según Calcalist, la Policía israelí pudo haber empleado Pegasus para espiar a alcaldes, ex funcionarios o activistas que lideraron las protestas contra el ex primer ministro Benjamín Netanhayu, todo ello sin órdenes judiciales, lo que hizo que el Controlador Estatal y la Fiscalía General abrieran investigaciones sobre el asunto.

Inicialmente, la dirección policial no negó el uso de Pegasus, pero aseguró que algunas informaciones eran "incorrectas" e insistió en que "todo se llevó a cabo con las debidas garantías legales".

A su vez, remarcó que no utilizaba "sus capacidades tecnológicas avanzadas contra civiles inocentes y manifestantes".

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Con todo, tras los recientes hallazgos, la Policía aseguró hoy que el Departamento de Investigaciones e Inteligencia pedirá "a todos los agentes que cooperen plenamente" con las pesquisas abiertas.

Una investigación periodística global reveló el año pasado que Pegasus había sido utilizado por gobiernos de todo el mundo, desde Arabia Saudí hasta México, para espiar a activistas, defensores de derechos humanos, periodistas y políticos, incluido el presidente francés, Emmanuel Macron.

Como resultado, Estados Unidos impuso sanciones contra NSO Group, mientras que el Gobierno israelí endureció el control de sus exportaciones cibernéticas.

La compañía dice que sus productos están destinados a ser usados contra terroristas o crimen organizado, y alega que no controla cómo sus clientes usan el software.