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La joya artesanal de esta ciudad es una prenda de etiqueta muy utilizada por los músicos.
Rosa, quien vive en el barrio Virgen del Rosario, aprendió el tejido de su tía Teotista Salinas (una de las artesanas más reconocidas de la "ciudad heroica") y con su madre, Limpia Paredes de Segovia. Aunque fue su padre quien le apoyó en su perseverancia.
"Mi papá fue el que más me apoyó y me defendió. Cuando me equivocaba y mi madre tenía que rehacer el trabajo, él que le decía a mi mamá: dejale que está aprendiendo", dijo emocionada.
Trabajando entre cuatro personas, la confección de un poncho puede concluir en diez a doce días, dijo. Agregó que ella llegó a vender 100 tejidos en un año.
Los hilos (100% de algodón) utilizados para el tejido son importados del Perú. Tienen un alto precio y solo se consiguen en una distribuidora en Asunción.
Según comentó, en cada prenda son invertidos G. 600.000 y su precio de venta es G. 1.200.000.
Rosa, quien vive en el barrio Virgen del Rosario, aprendió el tejido de su tía Teotista Salinas (una de las artesanas más reconocidas de la "ciudad heroica") y con su madre, Limpia Paredes de Segovia. Aunque fue su padre quien le apoyó en su perseverancia.
"Mi papá fue el que más me apoyó y me defendió. Cuando me equivocaba y mi madre tenía que rehacer el trabajo, él que le decía a mi mamá: dejale que está aprendiendo", dijo emocionada.
Trabajando entre cuatro personas, la confección de un poncho puede concluir en diez a doce días, dijo. Agregó que ella llegó a vender 100 tejidos en un año.
Los hilos (100% de algodón) utilizados para el tejido son importados del Perú. Tienen un alto precio y solo se consiguen en una distribuidora en Asunción.
Según comentó, en cada prenda son invertidos G. 600.000 y su precio de venta es G. 1.200.000.