"Soy pionera y ojalá vengan muchas más"

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Hay gente que amenaza con volar alto. Y lo cumple. Letizia Ruiz de Blanco es la primera mujer comandante de línea aérea en Paraguay. "Nada fue fácil en mi vida. Pero aquí estoy, entera, contenta, dando gracias al cielo por haber podido cumplir mi sueño".

 

Letizia (35) es mamá de 2 hijos (Valerie Natasha, 9 años, y Alexander, 12 años) y está felizmente casada con Roberto Blanco. Para saber cómo esta mujer paraguaya se hizo pionera en un rubro predominantemente masculino, escuchamos su vivísimo relato: "Cuando era chiquita veía películas en la tele con mi hermano mayor.  Primero quise ser astronauta, después trabajar para la FBI, pero mi hermano me miraba y me decía: ‘No naciste en EE. UU.’ Un día vimos una película de la CIA, y yo con la misma cantinela. Esta vez mi hermano me dijo: ‘Si sos la mejor en todo, si estudiás, un día te van a tocar el hombro en el recreo y te van a preguntar si querés trabajar para la CIA ". La trampa resultó, Leti remontó su promedio escolar, manteniéndolo excelente hasta terminar el colegio. "Nunca llegaron los de la CIA  –cuenta con linda sonrisa– pero en la espera me preparé: hice piano, taekwondo, tenis, pintura, inglés, portugués, alemán…, me levantaba a las 5 de la mañana y me acostaba a las 11 de la noche, todos los días".

-¿Tu familia te acompañó siempre?

-¡Siempre! Mi mamá me apoyaba en todo, si me veía cosiendo, yo iba a ser la mejor modista del mundo; si me veía pintando, la mejor pintora; cocinando, la mejor cocinera. Con ella un día fui al aeropuerto a buscar a mi padrastro (yo tenía unos 8 años) y por primera vez vi aterrizar un avión, ¡qué emoción sentí!, después veo bajando a la tripulación, ¿quiénes son esos, mamá? ¡¡¡Me encantan!!!

-¿Tu papá también estaba de acuerdo?

-Completamente. Mi padrastro, a quien amé como a un padre, me ayudó lo indecible; por algo se llamaba Jesús. Y a mi papá de sangre, Tadeo, también lo adoro, tenemos una relación muy linda, lo respeto mucho.

-¿Cuándo empezás en el mundo de la aviación?

-Al terminar el colegio (Goethe) ya me recibí de aviador civil, de esa categoría hay varias en Paraguay.  Pero en mi mente seguía lo que años antes me había dicho uno de mis hermanos, "vos vas a ser la primera piloto en Paraguay", había llegado con un diario que decía que Lufthansa aceptó la primera mujer piloto. 

-Te pusiste en campaña.

-No fue tan fácil. Una vez un lector comentando una de mis entrevistas escribió: "Ah, vos que sos pudiente…", no es cierto, ¡si supieran lo que me costó cada hora de vuelo! Yo pasé necesidades, hambre, nadie me regaló nada. Cuando mi papá se enfermó de cáncer, decidí seguir Derecho, Contables, cualquier cosa más accesible, pero no era lo mío. Trabajaba en Chacomer (qué buena empresa, me ayudaron un montón) y con lo que ganaba ayudaba, como todos mis hermanos, para el tratamiento de papá. Me acuerdo que con un nudo en la garganta le mentí que ya no quería ser aviadora.

-¿En qué año falleció?

-En el 94 (se quiebra, hace una pausa), ese año fue muy duro. Al año siguiente salió un pedido de azafata y en casa me dijeron: "No hay plata para que seas piloto pero si entrás, vas a estar cerca de los pilotos". 10 años fui azafata y a la vez me permitían hacer mis horas de vuelo. Yo sabía que papá me ayudaba desde el cielo, me bendecía. Para pagar las prácticas, saqué un préstamo del Ministerio de Defensa, en esto también fui pionera, me lo dieron porque había sido estudiosa y participativa cuando hice pilotaje civil. En el 96 pedí para volar el Caravan y me aceptaron, pero conservando mi puesto de azafata. En el 98 adquirí mi licencia de piloto comercial con IFR por la Dinac; en el 2006 fui copiloto del Fokker; en el 2008, la primera paraguaya en volar un Airbus en Paraguay. Actualmente soy la primera comandante en Paraguay con licencia del Airbus 319, 320 y 321.

"No soy yo sin mi rouge"

Para Letizia, el mundo masculino siempre fue muy cómodo. "De chica nunca jugaba a las muñecas, más bien ‘torturaba’ a mi hermano menor en los juegos en el baldío pegado a mi casa, ‘una cuestión de poder’ porque con los más grandes no podía. Menos mal que mi hermanito no me guarda ningún rencor (ríe)". Su feminidad hoy se trasmite en una moda muy personal, estilo rimbombante, de eternos maquillaje, aros, pulseras y anillos (hace su propia bijou). "Siempre fui actriz de telenovela mexicana, no soy yo sin mis sombras, sin mi rouge. Pero cuando empecé los cursos, me iba de alpargatas y vaquero para ser aceptada; después fui entrando como la mujer que soy. Cuando llego al aeropuerto, oyen este ruido de comparsa (mis pulseras al caminar) y dicen: ‘Ahí viene la comandante Leti’ "

-¿Mucho estrés por competir con hombres?

-Creo que todas las mujeres sentimos mucho estrés por la presión de la perfección, cuando el ser humano no es perfecto. Te estresás por no equivocarte, por tener todas las miradas sobre vos, te estresás por llegar a la meta y que los comentarios sean óptimos. Ser pionera en un campo masculino me hizo fuerte en muchos sentidos por las distintas críticas. Doy gracias a Dios por tener esta filosofía, de fortalecerme de lo malo y edificarme de lo bello. Amén. Soy de las que recibe "una bofetada" (metáfora) y al día siguiente voy y le preparo a esa persona un café batido. Así también crío a mis hijos: "¿Te duele?, entonces necesitás fortalecerte más".

-¿Eso es militar?

-No, es cristiano. Dios no pone más peso que el que uno es capaz de sobrellevar.  Sabés, también quise ser militar. En aquel tiempo pensaba en la posibilidad de una beca; recuerdo que me dejaron 7 horas esperando, Cramer no me recibió. Imaginate, recién en el 2002 se aceptó la primera mujer en el Ejército paraguayo.

-Al público común, ¿cómo lo sentís?

-Es gracioso, el otro día en Bs. As. yo estaba con todo mi uniforme de comandante, con las rayas, etc., y viene una persona y me pregunta: "Srita., me estoy yendo a Paraguay, ¿usted es la azafata?". O si no, creen que soy la ayudante, no me relacionan mucho con la cabina. Aunque también me entero de que hay mujeres que si escuchan algún chiste de un pasajero hombre sobre mí, me defienden a muerte. En otros lugares, como Europa, EE. UU. sí te identifican, te hacen saludo militar; en Brasil es emocionante cómo relacionan y respetan esto de "mujer-comandante".

-A tus hijos decir "mi mamá comanda una nave" debe darles mucho orgullo.

-La verdad tienen un poco de conflicto con eso, porque sus compañeros no les creen.

-¿Te gustaría que otras mujeres paraguayas siguieran esta profesión?

-Hay muchas compañeras de trabajo en tierra con posibilidades. Sí, claro, ojalá vengan muchas más. ¡Mujeres, adelante!

-¿Sos de las que quieren feminizar las palabras?

-Me parece que "comandante" está bien porque es neutro. No pretendo ser el payaso del mundo, ni la más querida; uno no nace para conquistar, sino para lidiar en este mundo. Y en esa sobrevivencia tenés amigos, enemigos, amores, desamores. Si sobreviví 16 años en TAM debe ser porque hay gente que me quiere y gente que no (sonríe), pero yo les quiero a todos.

-Desde tu exitoso rol femenino, ¿cómo sentís al país?

-Amo a mi país, pero hay algo que me duele mucho: Acá hay un desamparo total de la mujer, que por no tener dinero para luchar en contra de sucias calumnias edificadas con dinero sucio, alguien pueda comprar una falsa justicia, perjudicando así a una madre como sucedió conmigo. Aunque trabajes, pagues tus impuestos, cumplas con el país, la madre, la ciudadana, la paraguaya está desamparada. No quisiera entrar en detalles de mi vida privada, pero sufrí mucho y en su momento no tuve la ayuda que necesité.

-En compensación tenés la alegría de volar cada vez más alto, ¿qué se siente allá arriba?

-(Vuelve su sonrisa) A pesar de todo, no cambiaría nada de mi vida. ¿Qué siento allá arriba? ¡No sé!, ¡me estás pidiendo que le dé forma al aire, al amor! Volar no es un trabajo, es un placer. Volar es aprender cada día un poco más, es subir una escalera sin fin.

"Si alguien me lastima, al día siguiente voy y le hago un café batido. Doy gracias a Dios por tener la filosofía de fortalecerme de lo malo y embellecerme de lo bueno".

Levantando vuelo

‡Ingresó a Lapsa en 1995. En 1996 la empresa es vendida a TAM (firma donde está hasta hoy).

‡1993 Piloto Aviador Civil.

‡1994 Intenta entrar en la milicia.

‡1995 Comienza a desempeñarse como azafata.

‡1996 Copiloto del Caravan.

‡1998 Primera piloto paraguaya con licencia comercial y habilitación IFR.

‡2005 Primera comandante en Paraguay de línea aérea, Caravan, vuelos de cabotaje.

‡2006 Primera piloto paraguaya en Paraguay en tener licencia multimotor Jet licencia Fokker 100.

‡2008 Primera piloto en Paraguay en tener licencia Airbus.

‡2010 Primera comandante de línea aérea con licencia de trasporte de línea aérea en Paraguay. Habilitada a volar equipos.

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