Gianni Infantino llegó al país la mañana del jueves, fue Robert Harrison el que se adelantó en recibirlo apenas bajó en la estación aérea y después le tocó el turno a Alejandro Domínguez cuando aquel llegaba a la sede de la Conmebol donde se llevó a cabo la rueda de prensa en la que se anunció la propuesta de Argentina en albergar el Mundial Sub 20.
Observando las fotos divulgadas en redes sociales por los mismos anfitriones se percibe lo efusivo que fue el saludo de Infantino con Harrison y áspero con Domínguez.
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Posterior a la conferencia de prensa en la Conmebol, a la tarde Infantino participó de la palada inicial de lo que será el Centro de Alto Rendimiento de las Formativas, un proyecto impulsado por la APF en el predio de Ñu Guasu.
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En ese evento, Infantino elogió en reiteradas ocasiones al avance en ese sentido de la matriz de nuestro fútbol y se pasó con elogios hacia la labor de Harrison, y esto aparentemente hizo sentir incómodo a Domínguez. “El fútbol en realidad no cambió, lo que cambió es la gente que maneja el fútbol. Las diferencias que hoy encontramos del 2010 a hoy, son las caras de las personas que están en el lugar adecuado. Todavía hay gente mala en el fútbol y esa es nuestra responsabilidad, sacarle a los malos”, expresiones de Domínguez.
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Infantino no ve bien la presión
Ayer en pleno Congreso de la Conmebol, Infantino volvió a exponer que “hay que felicitar a Robert por este nuevo predio para los jóvenes” y es algo que incomoda a alguien y haber escuchado otra vez que “encontrar juntos un camino” para albergar el Mundial 2030 en Sudamérica inquietó al presidente de la FIFA, a quien no le agrada sentirse presionado y este tren últimamente suena y mucho.
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