Copa Sudamericana: Desazón auriazul

Tres minutos fatales castigaron a Luqueño

En los últimos tres minutos de la primera parte Racing encontró los espacios de mitad de cancha hacia adelante y acertó dos golpes durísimos a un Sportivo Luqueño que hasta ese momento estaba conteniendo el buen juego colectivo de su rival.

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Adrián Martínez marcó el pase aprovechando el hueco entre Pablo Aguilar y Mathías Suárez. Una vez que dominó el balón, eliminó sin complicaciones la resistencia del portero Falcón. En la siguiente jugada, un desborde por izquierda terminó en una asistencia al pie de Roger Martínez, quien aprovechó la desesperación de los defensores auriazules y definió con pasmosa tranquilidad.

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Ya de arranque el conjunto argentino fue marcando diferencia en el trámite. Jugando con mucha tranquilidad, buscando siempre el pase seguro y evitando las pelotas largas sin un destino claro. Cuando no había espacios para avanzar, no tuvo problemas para volver a comenzar y así hacer salir a su rival.

Por su parte, el equipo auriazul corrió mucho detrás del esférico. Le costó tener el control del juego y manejar las acciones. Tuvo que apostar al juego directo y las aproximaciones a la portería rival fueron con remates desde larga distancia.

Una de las principales diferencias entre uno y otro equipo fue la precisión. Mientras al elenco de la República le costaba realiza varios pases correctos y a partir de ahí elaborar juego, a la Academia se le hacía muy fácil juntar a sus jugadores y salir jugando. Aunque por momentos abusaron de los toques cortos, terminaban cometiendo errores, que no fueron aprovechados por los dirigidos por Julio Cáceres.

La visita bajó la intensidad y eso permitió que el local pueda posicionarse más tiempo y con más hombres en terreno adversario. El Sportivo generó ocasiones de peligro, pero ninguna con mucha claridad, por lo que el resultado final nunca estuvo en peligro de ser modificado.