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Ferreira, quien se impuso en la final al nipón Kanoa Igarashi con una puntuación de 15,14 frente a 6,60, explicó a los medios, tras recoger su medalla, las dificultades que atravesó en el agua para lograr la victoria, debido al paso de un tifón cerca de la costa este de Japón.
"Llegué a Japón pensando que habría olas pequeñas, de un metro o medio o dos como mucho, que era lo que habíamos visto en las semanas anteriores, y trajimos equipamiento pensando en esas condiciones", dijo Ferreira, quien en su primer intento de tomar una ola en la final, sufrió una caída que dejó su tabla partida en dos.
"Fue un momento duro, pero sabía que quedaban 30 minutos y un montón de oportunidades, así que solo traté de resetear su mente e intentarlo de nuevo", afirmó Ferreira, quien también admitió "haber arriesgado mucho" en esa maniobra, en la que intentó una acrobacia aérea.
El brasileño logró reponerse y conquistó el que es también el primer oro para Brasil en estos Juegos gracias a un giro en el aire al borde de una ola rompiente, que le valió un 7,77,
"Es una playa con muchas oportunidades, que genera muchas olas", destacó Ferreira.
Igarashi, por su parte, lamentó no haber podido dar más de sí en la final, después de haber sorprendido al eliminar en la otra semifinal al también brasileño Gabriel Medina, que llegaba como número uno y máximo favorito al oro.
"Este era el día más importante de mi vida, y no conseguí hacerlo todo lo bien que quería... Estoy muy decepcionado", dijo el surfista nacido en California (EE.UU.) pero con pasaporte nipón.