McGrath, de 21 años, segundo tras la primera manga, firmó el sexto parcial en la segunda y logró su primera victoria en la Copa del Mundo con un tiempo de un minuto, 52 segundos y 51 centésimas, 29 menos que el francés Clement Noel -campeón olímpico de la disciplina el mes pasado, en los Juegos de Pekín 2022-, que fue segundo. En una prueba que el suizo Daniel Yule -que al igual que el anterior también mejoró un puesto en la segunda manga- concluyó tercero, a 64 centésimas del nórdico.
El austriaco Johannes Strolz, el gran triunfador de los Juegos Olímpicos de Pekín 2022, con dos oros y una plata, que lideraba la prueba tras la primera manga, erró en la bajada decisiva -en la que marcó el vigésimo cuarto parcial- y acabó cuarto este miércoles en la estación de Salzburgo, en la que el país anfitrión se tuvo que conformar con la plaza que logró su nuevo ídolo; que acabó justo por delante de sus compatriotas Marco Schwarz y Manuel Feller, quinto y sexto, respectivamente.
Después de repetir en Madonna di Campiglio (Italia) el decimoquinto puesto logrado, asimismo en diciembre, en Val d'Isere (Francia), Salarich, nacido hace 28 años en Vic (Barcelona), había despuntado hace dos fines de semana en Garmisch (Alemania), donde firmó un octavo y un séptimo: un resultado que no había logrado para España un varón desde hacía más de 42 años, cuando el mítico Paco Fernández Ochoa -único campeón olímpico invernal español: de eslalon, en los Juegos de Sapporo'72 (Japón)- concluyó en esa posición la combinada de Val d'Isere de 1979; que ganó el estadounidense Phil Mahre por delante de su hermano gemelo, Steve.
Este miércoles, Salarich demostró que pertenece a la elite, con una primera manga en la que acabó décimo, compartiendo esa plaza con el francés Alexis Pinturault, último ganador del gran Globo de Cristal. Una primera bajada en la que Strolz había volado sobre la pista que lleva el nombre de su compatriota Hermann Maier, natural de Flachau, cuádruple ganador de la Copa del Mundo, triple campeón mundial y doble oro olímpico: uno de los más grandes campeones de toda la historia.
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Inicialmente en el equipo B de España, Salarich es un claro ejemplo de resiliencia. "A Flachau llego muy motivado; la temporada está siendo una pasada", había declarado a Efe desde Austria la víspera de una prueba en la que el campeón catalán confirmó el gran trabajo efectuado las pasadas temporadas al lado del técnico italiano Corrado Momo. En la segunda bajada se le atragantó una de las variantes que casi le deja fuera de combate. Pero pudo llevar su propuesta hasta meta y, con el vigésimo quinto parcial de la manga, concluyó vigésimo cuarto.
Perdió un puesto en la clasificación de la disciplina, en la que acabó vigésimo tercero, con 107 puntos; pero entró entre los 25 primeros que competirán dentro de dos fines de semana en Meribel (las pruebas de velocidad tendrán lugar en la vecina Courchevel).
El noruego Henrik Kristoffersen, gran triunfador en Garmisch, donde repitió triunfo y tomó el liderato de la Copa del Mundo de la disciplina, lo mantuvo este miércoles, a pesar de haber 'tirado' la primera manga, en la que sólo pudo ser vigésimo octavo.
El noruego suple sus irregularidades con talento puro: fue el mejor en la bajada decisiva, ascendió doce puestos y acabó sólo uno por detrás de su compatriota Lucas Braathen, que desaprovechó su gran oportunidad al bajar del séptimo provisional al decimoquinto puesto final. Kristoffersen comanda ahora con 371 puntos, 48 más que Braathen y con 64 sobre el alemán Linus Strasser, noveno este miércoles.
La general permanece intacta, porque ninguno de los dos primeros compitió en Flachau: el suizo Marco Odermatt lidera con 1.239 puntos, 189 más que el noruego Aleksander Aamodt Kilde.
