La española Paula Badosa hizo balance de un curso complicado para ella tanto en lo deportivo como en lo personal.
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Badosa tuvo un arranque de 2025 esperanzador con las semifinales que alcanzó en el Abierto de Australia, derrotada por la bielorrusa Aryna Sabalenka. Y después atravesó una temporada irregular, sin continuidad por culpa de las lesiones.
“Este año me cambió. Pasaron muchas cosas que me marcaron el corazón: personas que fallaron, promesas que no se cumplieron y momentos que dolieron más de lo que imaginé. Pero también llegaron personas maravillosas, de esas que aparecen para recordarte que aún hay luz, apoyo sincero y amor real”, indica en su publicación la tenista española que llegó a ser la #2 del mundo.
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“Cada caída me enseñó algo, cada decepción me hizo más fuerte y cada momento vivido dejó una huella. Aprendí a soltar sin rencor, a agradecer lo bueno y seguir adelante incluso cuando no tenía fuerzas”, añadió la jugadora.
Paula Badosa también tuvo un año complicado en lo personal, con la ruptura de pareja con el griego Stefanos Tsitsipas. “Sobre todo, aprendí que lo más importante es saber quién eres, mantenerte fiel a ti mismo y caminar con el corazón limpio. Aprendí a dar amor sin esperar nada a cambio porque cuando amas desde la verdad ya estás ganando”, apunta.
“Hoy puedo decir que crecí. Que aprendí de cada experiencia, de cada lágrima y de cada sonrisa. Sigo aprendiendo todos los días, sanando poco a poco y convirtiéndome en una mejor versión de mi. Este año no fue fácil pero fue necesario y por eso siempre tendrá un lugar especial en mi vida”, resume la jugadora que tiene todas las esperanzas puestas en la llegada del 2026. EFE
