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Entre finales octubre y en la primera quincena de este mes de noviembre se tuvo un aumento histórico de los precios de los tomates. Los agricultores llegaron a vender a G. 8.000 el kilo en finca y los supermercados los precios llegaron a G. 20.000 para el consumidor final. El hecho causó asombro y preocupación a la población en general.
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Los productores habían afirmado que el alto costo de tomates era a causa de fuertes temporales que ocasionaron la pérdida de plantaciones. El hecho fue aprovechado por los comerciantes intermediarios para elevar el precio del fruto. Pero actualmente los precios y las ventas están en caída libre y la situación preocupa a los agricultores.
El productor de tomate de esta ciudad, Enrique Martínez, comentó que el jueves pasado vendió por última vez su producto y lo hizo a G. 6.500 el kilo en finca. Indicó que desde esa vez su organización no está encontrando más mercado para seguir vendiendo sus productos y que actualmente existe una buena cantidad de tomates esperando a ser comercializados.
El agricultor Martínez sospecha que nuevamente se está permitiendo el ingreso masivo de tomates de contrabando y estima que los productos ilegales están entrando desde el Brasil. Señaló que los productores ya tuvieron grandes pérdidas y que la única forma que tienen para solventar sus gastos es vendiendo a buen precio los tomates.
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Sobre el punto, ABC intentó comunicarse con el director de Comercialización del Ministerio de Agricultura y Ganadería, Ing. Ernesto Sotelo, pero no nos atendió el teléfono celular. Puede comunicarse con la redacción para dar detalles al respecto.