La Cámara de Senadores convocó al presidente de la ANDE, Ing. Félix Sosa, para que rinda cuentas sobre la seguidilla de apagones que castigó al país en la primera quincena de este mes, inclusive hasta poco antes de que entrara el otoño.

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En principio, las causas de los “fuera de servicio” del sistema eléctrico nacional fueron endilgadas a la ola de calor que golpeó al país, que eyectó el consumo de energía eléctrica, pero como la desconfianza y la indignación se propagaba como el fuego, la estatal sumó otra causa: incendios debajo de las líneas de transmisión de alta tensión, un acto de sabotaje que nunca fue suficientemente investigado, pese a que la estatal asegura que hizo la denuncia correspondiente ante el Ministerio Público.

El viernes 15 de este mes, el Ing. Sosa añadía otra hipótesis en la lista de causas probables, la insuficiente inversión en la actual infraestructura eléctrica y por ende la necesidad de una “tarifa adecuada”.

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No obstante, en la reunión de ayer con los senadores, Sosa cayó en una contradicción, porque garantizó que el Ejecutivo no planifica incremento alguno del precio de la energía de ANDE “en perjuicio del usuario”.

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Más inversión en obras de infraestructura

También ese día, en la enumeración que hizo el presidente de la ANDE de las soluciones aplicables a la actual crisis, mencionó, por ejemplo, el logro de “redundancias” el sistema interconectado, o sea que el suministro de energía eléctrica no dependa de un solo conductor, así como de la continuación de inversiones en el subsector de distribución.

“Es importante hablar de una tarifa adecuada para tener los recursos y seguir invirtiendo”, dijo y recordó que el actual pliego de tarifas de la estatal responde a una “decisión política” antes que técnica y que el último ajuste data de marzo de 2017.

El 16 de agosto de 2023, un día después de la asunción de Santiago Peña, Félix Sosa informaba que prepararon un proyecto para una “nueva estructura tarifaria”, para aprovechar la energía con que cuenta la estatal en horarios de menor consumo. “Quien aproveche y utilice la energía en horarios de menor consumo tendría beneficios y el que la utiliza en horarios pico pagaría más”, decía.

“Vamos a presentar una estructura tarifaria moderna, con tarifa horaria” anunciaba entonces y añadía que la misma cuidará al sector productivo y a los consumidores más vulnerables.

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Nada de la nueva estructura, y de su socialización ni se habla

Siete meses después de aquel anuncio, el usuario no sabe si el proyecto existe o no y si fue socializado tal como lo prometió Sosa en esa ocasión.

Recordemos que el diagrama de carga o de consumo de la ANDE tiene picos, dos inclusive, que el jueves 14, a las 13:53 escaló a 5027 MW, potencia equivalente a 23 centrales como Acaray.

Luego sobrevienen las horas de chatura del valle, excepto cuando llega el segundo pico, que en 2022, según la Memoria de la ANDE de ese año, alcanzó los 3.906 MW. Según el proyecto, la energía de la hora pico sería la más cara y la del valle la más barata, pero ningún informe oficial publican al respecto.