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Desde mayo pasado, el memorándum de entendimiento entre Paraguay y Brasil había fijado como plazo límite el 31 de diciembre de 2024 para concluir la revisión del Anexo C. Según el ministro de Industria y Comercio, Javier Giménez, aunque se avanzó significativamente en ciertos puntos técnicos, es probable que el proceso se extienda algunos meses más allá de la fecha estipulada.
“No hay nada de malo en que se posponga unos meses. Hemos avanzado mucho en cuestiones técnicas importantes”, señaló Giménez, enfatizando que el retraso no debería interpretarse como un fracaso.
Entre los avances destacados, mencionó la autorización “histórica” de Brasil para que la ANDE venda energía en el mercado libre brasileño, un logro que podría diversificar y maximizar los ingresos energéticos del Paraguay. Sin embargo, el gobierno aún no decidió sobre una oferta concreta para esta venta, ya que hay sectores que se oponen a que se exporte la energía de la Central Acaray a un precio por debajo de su costo de reposición.
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El anuncio del ministro llega en un contexto marcado por el secretismo en torno a las negociaciones del Anexo C, conducta que genera críticas de expertos y ciudadanos. A solo 19 días del plazo límite, se desconocen detalles fundamentales, como la composición del equipo negociador paraguayo, y los puntos específicos que están discutiendo con Brasil.
Organizaciones ciudadanas reclaman mayor transparencia, advirtiendo que el silencio gubernamental nuevamente afecta la confianza ciudadana en el proceso.
El documento de entendimiento, firmado entre Paraguay y Brasil en mayo pasado, establece importantes directrices, como la posibilidad de que Paraguay venda libremente su energía excedente de Itaipú en el mercado brasileño a partir de 2027. También se acordó que la tarifa de Itaipú reflejará únicamente los costos operativos a partir de ese año, eliminando gastos discrecionales bajo el ropaje de gastos socioambientales.
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Por otro lado, el gobierno de Santiago Peña no informa si en las negociaciones incluyeron aspectos históricos, como el tramo de la deuda de Itaipú, calificada como espuria por la Contraloría General de la República, o la compensación por la pérdida de los Saltos del Guairá. Estos temas son considerados estratégicos por diversas organizaciones que exigen justicia y equidad en la explotación de la binacional.
En el marco de las negociaciones, el ministro adelantó que están explorando la posibilidad de modernizar la generación de energía en Itaipú, mediante la repotenciación de las turbinas. Además, hablan de la incorporación de energía solar, mediante paneles solares flotantes en el embalse, propuesta que está en proceso de licitación, aguardando la definición del consorcio binacional adjudicado.
Ministro reitera que no llegan con los plazos
Tras la evaluación del 2024, que se realizó este mediodía en la Unión Industria Paraguaya (UIP), el ministro Giménez indicó que se desarrollaron reuniones técnicas entre la margen izquierda y la margen derecha para hacer una guía de puntos en comunes y de puntos de disidencia. “Eso va a terminar en un informe que se va a entregar a las Altas Partes: la Cancillería y el Presidente de la República, para que ahí sí comience el proceso de negociación stricto sensu (sentido estricto)”, añadió.
Reiteró que la fecha de conclusión de las negociaciones se va a posponer, probablemente. “Vamos a tratar de darle un último impulso esta semana y la otra, pero no creo que lleguemos para firmar el nuevo Anexo C, el nuevo tratado, de una forma muy rápida. Quedan pocos días y es un tema de absoluta importancia para el desarrollo del país para los próximos 50 años”, manifestó.
Por tanto, sostuvo que es bueno negociar de forma pausada, porque todo lo que se hace a prisa no funciona. “Paraguay está encarando muy seriamente con trabajos técnicos y luego las Altas Partes decidirán, pero lo que va a salir, el resultado de esa renegociación del tratado, va a ser muy importante para el país y que va a producir un cambio significativo”, aseguró.
Con el anuncio previsto para mañana, el gobierno debe responder a las crecientes demandas de información y claridad.