"El chongo de Roa Bastos", una literatura de la provocación

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En esta entrevista con Cristino Bogado, uno de los colaboradores de la antología de cuentos "Los  chongos de Roa Bastos", editada en Buenos Aires, le consultamos al escritor compatriota  sobre algunos aspectos del libro, que generó una serie de reacciones, entre ellas de indignación, por lo que se consideró  una ofensa al más laureado escritor paraguayo.

– Cristino, cuéntenos sobre la antología "Los chongos de Roa Bastos", un título pintoresco que ha levantado bastante polvareda.

–Uno de los dos textos firmados por mí lleva el título epónimo del libro, en singular. Es la elaboración de un chongo casi vampírico o de profanador de tumbas.   

En mi caso me inspiré en la sección de El chongo de la semana del semanario Esto, lo yuxtapuse a los realitys y a un escritor aburrido y ya tenemos la receta del Chongo…  

De cómo reaccionan ante el bicho raro del escritor, entidad europea inserta abruptamente en nuestro país semianalfabeto por gracia de un premio internacional, ante el éxito obtenido manipulando palabras y libros... Su asombro, su intento de comprensión, sardónica, kachiãi, incluso a través de una recepción grotesca, hipersexualizada muchas veces…

–También afirmas que Roa refracta una idea falsa de la realidad paraguaya.
  
–Me refiero a que dentro del contexto en que aparecieron sus libros, el paradigma le favorecía y aun promovía una visión aichecharanga del Paraguay, el país, por siempre, sufrido, casi devastado por una guerra, y saliendo jeýma de otra, con que se lo veía y quería ver, explicando o justificando muchos de sus "atrasos". Era una forma profana de teodicea pero ahora aplicada a la pobreza, el subdesarrollo de un país.   

–Hasta hay una distopía ¿futurista? que retrata un escenario ¿imaginario? en que el trabajo humano ha sido reemplazado por las máquinas, "El perro prole".
  
–Mi escritura parte de un doble principio de celebración y de rechazo, a favor de y en contra de... Este texto es una sátira del Marx puritano, del apologeta del trabajo tout court, y a favor del yerno, Paul Lafarge y su derecho a la pereza. Claro, este tenía sandunga en su sangre, había nacido en el Caribe de madre afro…  

Tuicha la diferencia… Sí, es una especie de silogismo del epígrafe ("El trabajo humaniza", Karl Marx) hasta su conclusión grotesca invertida un dar la vuelta al Marx como supuestamente había hecho con Hegel, la hominización de un perro vía el sacrosanto camino marxista del laburo…jajaja. En un mundo hipertécnico, instrumentalizado donde lo humano queda relegado y la inventiva humana sobrevive al imaginar laburos para perros que son los que mantienen a las familias…  

–Por último, me gustaría rescatar algo que me pareció especialmente interesante de su editorial de la revista Konde Orgazmo: lo del error como fundamento de la creatividad.

-Solemos ser muy correctivos en la enseñanza de nuestros hijos en las escuelas, castigamos la boca díscola o disléxica que en vez de "alunizaje" practica el "alucinaje" del alumno, con ortografías y ortodoxias y ortopedias varias, correctivos que como máquinas de tortura usamos para domesticar la creatividad esencial del niño, etc.   
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