La muestra estará expuesta por espacio de tres semanas. El tema hace referencia al arte en sí mismo, como expresión de vida. Alude a un ritual de purificación. A un viaje fantástico y cerrado que conlleva al artista a la entrega, al sacrificio, según datos proporcionados por la galería.
“La mayoría de las veces apartando el entorno cotidiano a un recinto vulnerable de la memoria. De tal manera, se traza un círculo de intimidad, de relaciones interpersonales que en este caso se convierten en el concepto mismo del discurso. Cada obra simboliza la ofrenda transformada en carne para los dioses.
Como alimento mágico para lograr aquello que anhela o, por qué no decirlo, como redención al silencio del grito oculto”.
Jorge Ocampos, artista visual de amplia trayectoria, estudió en Brasil en la Escuela de Bellas Artes del Paraná, Curitiba, y en la Escuela de Artes Visuales Parque Lague, de Río de Janeiro. Últimamente ha expuesto en Casa Mayor, Arte Actual, en el Banco Central y en el Museo Nacional de Bellas Artes.
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