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Nintendo Switch pondrá fin, se espera, a la dicotomía entre quedarte a jugar en casa y salir llevándote la diversión en el bolsillo; el término inglés «Switch» (cambio) alude a este carácter anfibio del nuevo hardware gracias al cual, tras más de un lustro de rumores sobre una consola como esta, los deseos de muchos parecen a punto de volverse realidad con la inminente unificación de dos segmentos condenados a entenderse frente al imparable ascenso del mobile gaming.
El tráiler de presentación despeja dudas: nos permitirá jugar en la sala, en la plaza, en la calle, a la vuelta del aula o la oficina e incluso en cualquier boliche, y con quien o quienes queramos, gracias a sus mandos acoplables. Nintendo Switch cruzará la frontera entre consola de mesa y consola portátil que ha menguado hasta ahora las arcas empresarias.
El tráiler es seductor: no parece haber límites a la movilidad; es como si pudieras jugar de veras donde sea sin importar cuánto te alejes de la consola doméstica. Tampoco parece haber límite al número de jugadores y se muestra en esos tres minutos y pico que, si sales con tu Switch, el nomadismo gamer admite paradas que un soporte desplegable facilita para que lo apoyes en mesas, pisos, murallas o escalones cuando te detengas, sin excluir que lo uses llevándolo entre las manos mientras caminas. Claro que, para no cantar victoria antes de tiempo, no perdamos de vista que todavía existe la posibilidad de llevarnos un chasco, y que esta novedad podría decepcionar tanto a los usuarios habituales de consolas de sobremesa por falta de rendimiento como a los que prefieren las portátiles por tener dimensiones incómodas o brindar poca autonomía, por ejemplo; desde luego, es por ahora igual de razonable esperar que funcione de maravillas para todos y aumente y mejore la diversión general. No lo sabremos hasta marzo.
juliansorel20@gmail.com