Del blopper, a un golazo
Partido discreto en gran parte de los noventa minutos. El empate es un fiel reflejo del desarrollo, que tuvo sus emociones en el primer tiempo y sus imprecisiones en el segundo período.
El visitante controló el juego desde una postura defensiva hasta el gol en propia valla de Serdán. El portero cometió una torpeza, que condenó al local a los 15 minutos. El guardameta, dentro de área, recibió un pase atrás hacia la izquierda y mientras se acomodaba para una decisión moviéndose hacia la derecha, Salcedo presionó, obligó el desacierto y Serdán, en vez de sacar el peso de encima, siguió, pisó la pelota y marcó casi de taco.
El goleador histórico del fútbol paraguayo reconoció al juez que en ningún momento tocó el balón. Guaireña jugó con la obligación del rival, pero ante cada cambio de frente o pase largo de derecha a izquierda o viceversa, sufrió y permitió que lentamente General Díaz juegue más adelantado. Y la postura defensiva, ya exagerada, dejó a Doldán y Campuzano en la cabecera del área. El volante acompañó el ataque y habilitó a Vera, quien tenía el cuerpo perfilado para un zurdazo: recibió a media altura y de media volea clavó el balón en el ángulo izquierdo de Ignacio Don. Fue un imposible para el portero, parado y mirando, sin tener reacción.
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El 1-1 fue un resultado justo porque en el segundo tiempo, ninguno se atrevió con argumentos a adelantarse en el marcador. Tampoco existió capacidad en conjunto o individual para convertir cada intento.
@DarioIbarra01