Edith Nunes da el salto a la eternidad

Quienes la vieron y cuentan las hazañas, sobre todo aquel histórico doble que dio el cetro sudamericano del 62 a la invicta selección femenina de Paraguay, en el juego contra la siempre poderosa escuadra brasileña, dicen que el baloncesto paraguayo no conoció a otra jugadora de su porte. 

Enorme en estatura y en corazón, dio lo mejor de sí desde temprana edad, cuando debutara en su querido Club Atlético Ciudad Nueva, en el año 1951, a los 12 años. Seguramente vio con entusiasmo de niña el cetro de las leonas del 52, que consiguieron el primer anillo sudamericano. Quizá una inspiración, que la llevó a ser la cuña del team de la banda roja, para conseguir cinco campeonatos al hilo, del 53 al 57, y luego otros dos mas, en el 59 y 61, culminando el maravilloso 62 con el oro sudamericano. De ahí en más se despidió del amado deporte para casarse con su eterno amor, Roberto Tito Salomón, con quien conformó una gran familia.

Cristiana resignación. Sus restos son velados en el Memorial de la Avda. Mariscal López. La caravana partirá a las 10:00, dirigiéndose a su última morada, el Parque Futuro (ruta Luque-San Bernardino). Paz en su tumba.