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La emoción que vive Daniel lo describió en una emotiva carta que dice:
Amado Negrito:
“Ese eras tú para mí, para mi mamá y para Anto, nuestro negro”.
Sabes que siempre papá fuimos amigos inseparables, uña y carne, pero la vida nos puso momentos muy difíciles y nos tocó estar lejos. Distancia que jamás cambió nuestro amor hacia ti. Papá... no tengo palabras para describir lo que significas para mí. Para Anto, tu amada Toñita, tu Guaraní, y para mi mamá, tu esposa Tatiana a la que siempre amaste con locura y ella a ti. Sabes que no pudieron estar acá contigo. Pero siempre en vida como solíamos decir, “en vida hermano, en vida”, siempre a tu lado. Fuimos una familia unida, hermosa y sobre todo, llena de mucho amor. Eso es lo que nos llevamos con nosotros para toda la vida, además del infinito amor que siempre nos demostraste. Nunca dejarás de ser nuestro “Guerrero”, el hombre que amaba locamente a su familia y siempre tenía palabras lindas para expresarlo ante cualquiera.
Gracias papá por cada una de tus enseñanzas, por ser el mejor ejemplo de Lucha y por querer siempre ayudar a los demás. Quisiste a tu familia unida y sé que este momento en el que todos estamos acá recordándote, servirá para sanar las heridas que siempre quisiste cerrar. Diste todo por cada uno de nosotros; tus padres, hermanos, tus hijos y tu esposa, mi mamá, con quien siempre se amaron. Hasta el último momento lo repetías, y ese amor tan grande es la mejor herencia que nos has dejado. Papá, puedo hablar horas y horas de ti, eres mi ídolo, mi todo. Gracias infinitas a la vida y a Dios por tenerte como padre. Recuerdo que trataste que fuera un futbolista como tú, pero nadie puede llegar ni a la mitad de lo que fuiste.
Haré que estés orgulloso de mí, porque seré la persona honesta y noble que siempre me enseñaste ser. Te prometo que cuidaré de Antonia y de mi mamá, como me lo habías pedido. Eres el alma de la familia y todos hoy nos están acompañando de corazón. Doy las gracias a tía Julia por ser la mejor amiga de mi papá y apoyarlo siempre. A mi tío Valerio gracias por acompañar a mi papá y hacerlo parte de tu familia en estos últimos tiempos. A todos los demás, espero esta sea la oportunidad de conocerlos y que podamos ser una familia, como mi papá siempre quiso tener. Negro, este no es un adiós, es un hasta luego papá. Espero tengas el viaje que te mereces y descanses en Paz. Siempre fuiste un luchador y sé que ahora estabas cansado de luchar!
Te amamos papá y parte de nuestra vida se va contigo. Descansa en Paz Negrito!!!
Sé que desde el cielo nos cuidarás.