Los camioneros paraguayos que trabajan en Iquique suman unos 700. Una gran parte de esta cantidad de trabajadores operan de manera independiente; es decir, no trabajan con una empresa importadora directamente.
Estos choferes, denominados independientes, por lo general, llegan a Iquique sin tener una carga determinada a llevar. Dependen de los buenos contactos o directamente de la suerte para cargar sus camiones y luego regresar a Asunción. Algunas veces esperan incluso un mes para poder cargar por completo sus camiones.
En la zona franca de Iquique, específicamente en la SOFRI –de donde se compran todos los productos que surten los mercados de Paraguay, Bolivia, Perú y parte de Argentina–, ya no hay lugar para estacionar camiones. Los camioneros paraguayos se quedan en las afueras de la SOFRI y estacionan en la calle, donde no tienen ninguna comodidad para alimentarse o usar servicios sanitarios. Además, deben estar pendientes de no ser “pescados” por los carabineros chilenos, la policía de carácter militar de ese país, para no ser obligados a abandonar las calles. Además del cansador viaje y de todas los problemas que deben soportar, los transportistas paraguayos perdieron a varios compañeros que fallecieron en accidentes de tránsito al transitar por este difícil camino.
