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La ministra Giménez, acompañada de los viceministros Humberto Colmán y Óscar Llamosas y la jefa de gabinete, Stella Guillén, realizó ayer una evaluación sobre la visita de la directora gerente del FMI, Christine Lagarde y, en ese contexto, habló de la deuda y el déficit fiscal.
Adelantó que están trabajando en el referido proyecto de ley para “flexibilizar” o “modernizar” la emisión de bonos del tesoro y que quedará como una propuesta para el nuevo gobierno que será electo en las próximas elecciones de abril, como parte de la estrategia de deuda del país para los próximos años.
Explicó que la idea es que el proyecto de ley autorice a Hacienda a emitir bonos para reemplazar exclusivamente la deuda vieja, sin que esto signifique en ningún momento el aumento del nivel de los compromisos existentes.
La operación se realizaría cuando las condiciones del mercado local o internacional sean favorables y permita conseguir menores tasas de interés de lo que se está pagando actualmente.
A modo de ejemplo, señaló la ministra, que si en el mercado internacional se abre una ventana y se ve que las tasas están más bajas, se sale a colocar bonos para aprovechar esas condiciones para pagar la deuda vieja, como lo hacen otros países. En ese contexto, se citó a Perú, que emitió US$ 1.300 millones y a Chile, que colocó unos US$ 1.000 millones para reperfilar sus respectivas deudas.
Aunque, la versión preliminar no contempla un tope de la emisión, la ministra abrió la posibilidad de que se establezca finalmente un monto.
Ley de presupuesto
Al flexibilizar las emisiones, sin embargo, se podría realizar una especie de “bicicleteo” permanente de la deuda cuando lo requieran y podría constituir en un cheque en blanco para las futuras administraciones.
Hoy la ley de presupuesto le permite al fisco emitir hasta un tope en cualquier momento del año y la última se colocó este mes por US$ 530 millones, de la cual la mitad se destinará a repagar las deudas que vencen.
La ministra Giménez argumentó que nos conviene como país tener esa capacidad de emitir bonos para cambiar deuda vieja por deuda nueva, aunque a su criterio esto no significa “bicicleteo” sino “mejorar el perfil de la deuda e ir administrando el pasivo que se tiene hoy”.
La titular de Hacienda señaló que para las inversiones que serán financiadas con nuevas deudas, el procedimiento se mantendrá tal cual está y se deberá solicitar cada caso al Congreso para tener la autorización. “Para las nuevas inversiones sí o sí el Congreso nos tiene que dar permiso”, puntualizó.
El proyecto de ley forma parte de la estrategia de deuda del país, señalaron las autoridades, y descartaron que en esta estrategia esté incluido el uso de los recursos de Itaipú. “Sería la peor política pudiendo administrar pasivo y usar esos recursos para cubrir necesidad urgentes del país”, indicó el viceministro Colmán. “No tendría sentido cortar gastos en educación y salud para pagar la deuda con recursos ordinarios”, insistió.