Horno de INC volvió a parar el fin de semana y ahora le culpan a la ANDE

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Luego del último paro del horno, la INC reactivó la marcha de los equipos el viernes pasado, pero de nuevo el fin de semana hubo varias suspensiones. Tras el cambio de combustible de fueloil a coque, que costó millones, la planta sigue sin estar 100% operativa y ahora, se sumó un corte de luz.

Días pasados, nuestro diario se hacía eco de la información brindada por técnicos de la Industria Nacional del Cemento (INC) de la planta de Vallemí (Concepción), sobre las más de 100 paralizaciones del horno de clínker en los últimos tres meses, tras la implementación del proyecto de cambio de combustible. Este emprendimiento y otras inversiones implicaron el desembolso de US$ 67 millones para la estatal, más una ampliación que aprobó este año el Congreso Nacional, por otros US$ 13 millones (ver infografía).

Ayer, volvimos a consultar si se normalizó la producción del clínker, pues se trata del principal insumo del cemento y un eventual problema de provisión podría derivar en faltantes de cemento. El funcionario de fábrica de Vallemí, Catalino Narváez, nos respondió que el viernes pasado por la tarde volvieron a poner en calentamiento el horno, utilizando fueloil en vista de que el coque arrastró muchas fallas, y el sábado 16, se inició la alimentación con las materias primas, para producir el clínker. Pero ese mismo día, después de las 18:00, tuvieron que parar la alimentación por problemas en la parrilla de la enfriadora, trataron de retomar, pero cerca de las 21:00, hubo un paro del precalcinador y estos inconvenientes se repitieron en las siguientes horas. El domingo 17 se registró un paro total debido a un corte de energía, según la información de planta, pero después tuvieron una seguidilla de problemas, en el ventilador tiro horno y en el ventilador principal filtro.

Al preguntársele el motivo de esto y cuánto cuesta cada paro, el presidente de INC, Jorge Méndez, respondió que se debió al corte de la ANDE y no mencionó las demás fallas. “Se desprogramó una tarjeta del ventilador y viene un técnico a programar. Las paradas no cuestan porque no se consume electricidad, combustible ni materia prima, que son los mayores costos. Esto está previsto en todo este periodo de prueba y ajustes como en cualquier cementera que pasa por un proceso de transformación de energía”, dijo. Según Méndez, no habrá problemas de faltantes porque previeron suficiente stock de clínker “hasta tener un nivel óptimo de producción del horno, que lleva un periodo de 6 a 12 meses”.