La inoperancia y desidia de la Comisión Nacional del Pilcomayo tiene como consecuencia el agravamiento de la crecida que afecta a poblados que se extienden al sur de la cañada La Madrid, sobre todo en los alrededores de la comunidad de Margariño.
El poblado de Margariño se encuentra localizado a unos 80 kilómetros al norte del fortín General Díaz. En este punto, el cauce de la cañada se encuentra taponado en una extensión de 30 kilómetros aproximadamente.
En la crecida del verano 2012, el río depositó miles de toneladas se sedimentos en el cauce de La Madrid hasta llegar a constituirse en un gigantesco muro.
La Comisión Nacional del Pilcomayo debió trabajar en la limpieza y rehabilitación de la cañada, pero no llegó a cumplir esta labor.
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El resultado es que, al registrarse la crecida de este año, las aguas ingresaron por el canal paraguayo, pero no lograron escurrirse más allá del muro en los alrededores de Margariño.
Aguas dispersas
El Pilcomayo llegó hasta Margariño y a partir de esta localidad comenzó a dispersarse en forma anárquica, siguiendo los desniveles del suelo, pero fuera del cauce de La Madrid.
El agua arrasó con todo lo que encontró a su paso, llegando a sitios donde habitualmente no cubre.
Esta situación tuvo como primera consecuencia el aislamiento de comunidades enteras que hoy están bajo agua.
La desidia e inoperancia de la comisión del Pilcomayo, cuyo titular es el Ing. Lucio Amarilla, está ocasionando un serio daño a una amplia región al sur del Chaco paraguayo.
Quejas de pobladores
Reiteradas quejas de los pobladores tuvieron como resultado la movilización de equipo vial de la Gobernación de Boquerón, luego de semanas de abandonar tareas de protección del camino que une la zona afectada por la inundación con la ciudad de Neuland, en el Chaco Central.
