El año pasado, la central paraguayo/brasileña generó 103.098,4 GWh, según los registros oficiales.
La fuente de la información es la Asociación Brasileña de las Empresas de Servicios de Conservación (Abesco), divulgada recientemente por la agencia especializada Canal-Energía del Brasil.
La “pérdida técnica” de energía, por lo leído, no es un problema exclusivo del sistema de la Administración Nacional de Electricidad (ANDE), que en 2014, tanto en transmisión como en distribución perdió 3.637,4 GWh (equivalente a la producción de tres usinas y más como Acaray, casi al 4% de la de Itaipú el año pasado), según el balance energético Nacional 2014 publicado por el Viceministerio de Minas y energía de nuestro país.
Tanto las “pérdidas técnicas”, como las atribuidas al robo y otras áreas grises que caracterizan a este renglón son cuestionados en Paraguay porque integra el costo de producción de la empresa estatal porque, en definitiva, son absorbidos por sus usuarios, tal como ocurrirá con el tarifazo que decretó el Poder Ejecutivo en marzo pasado.
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CanalEnergía agrega que la Abesco destaca también que el desperdicio en el sistema brasileño hubiera sido mayor si no se registraba la recesión que afectó al sector industrial de la economía del vecino país entre el 2015 y el 2016.
La fuente de la agencia brasileña especializada en energía señala asimismo que los resultados de referencia confirman “la importancia de un amplio involucramiento del Gobierno para que haya un crecimiento sustentable de la eficiencia energética en todas las esferas consumidoras y del sector eléctrico como un todo”. En nuestro país no se conoce ningún plan en ese sentido.