Si bien el resultado es importante para las organizaciones, por ejemplo, la obtención de ganancias, también es relevante qué hacen las personas para lograrlo. “Creemos que no es válido llegar a resultados sin importar cómo se logren. En la era en que vivimos, la humanidad, el cómo es necesario. Desarrollar empresas competitivas es importante, pero cómo lo hacen las personas es aún más importante”, resaltó el experto.
Según lo advertido, si no admitimos la importancia del “cómo” y solo buscamos resultados sin importar los medios, entonces el contrabando o el narcotráfico serían válidos y las leyes no tendrían razón de ser.
“Debemos reflexionar en el proceso, en cómo estamos obteniendo los resultados, y no poner el foco ciegamente en ellos. Pero lo que muchas veces sucede es que estamos dispuestos a pasar encima de otros seres humanos para alcanzar el resultado. Estamos dispuestos a maltratar a las personas en la organización, bajo modelos jerárquicos autoritarios o a maltratar el medio ambiente y a disponer los residuos tóxicos en un río, pues como es más barato que una planta de tratamiento y lo que importa es generar resultados, pues botamos los residuos en los ríos más cercanos”, explicó.
Negociación
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El tipo de proceso está relacionado con las negociaciones entre empresas, organizaciones e incluso países. En tal sentido, Isaza resaltó que el nuevo modelo es distinto a la propuesta por la escuela norteamericana de “win-win” (ganar-ganar). “Nosotros creemos que no solo es importante el ‘win-win’ y entonces hablamos de ‘happy-happy’, o bien, tranquilo-tranquilo, con un resultado que deja contentas a ambas partes. No vemos la negociación como un campo de batalla, como un punto en el que hay que ir ciegamente detrás del resultado, sino como un espacio relacional en el que hay que ir con enormes posibilidades. Esta propuesta es emocionalmente más entusiasmante y satisfactoria. Hemos notado que así los espacios relacionales se van multiplicando y cuando crecen estos espacios aumentan las ventas o ganancias en la compañía”, alegó. Pero la negociación no termina con el acuerdo, sino además hace falta cumplirlo a cabalidad.
“En nuestra cultura estamos acostumbrados a que las negociaciones terminen cuando firmamos el acuerdo y resulta que esa es la mitad del camino. Se nos olvida que hay que ejecutar los acuerdos desde la impecabilidad”, subrayó.
Liderazgo
En cuanto al liderazgo, Isaza afirmó que trabajar en cooperación y confianza genera mejores resultados que hacerlo desde la “disciplina desconfiada y el autoritarismo”, que provocan situaciones de incomodidad, estrés laboral, demora, complejidad en los procesos y problemas de comunicación.
“Creemos que el líder de hoy no es la persona que todo lo sabe, todo lo entiende y que todo lo decide según lo que ella piensa, sino que es alguien más humilde y comprende que hoy, en la sociedad del conocimiento, las personas deben ser igual o más fuertes que uno en cada área de especialidad. Entonces un líder de primera se rodea de ayudantes de primera; solo un gerente o presidente de segunda se rodea de ayudantes de tercera o cuarta”, alertó el especialista.
Añadió que una segunda característica es entender que cada trabajador tiene un gran potencial. “Hay que dar autonomía a las personas que trabajan con nosotros, pues desde los modelos que están orientados excesivamente al control no logran equipos empoderados. Hay que darles libertad para crecer y trabajar”, agregó.
Isaza, docente de la Universidad Sergio Arboleda de Colombia, dictó recientemente una especialización en gobernabilidad, gerencia política y gestión pública en el país. Se trata del primer curso que financia el Banco de Desarrollo de América Latina (CAF), a través de la Universidad Columbia.
