NUEVA ITALIA (Higinio R. Ruiz Díaz, corresponsal). No todos los jugadores, por más brillantes que sean, han tenido la oportunidad de defender los colores de los clubes más grandes de nuestro país, como son el Olimpia, el Cerro Porteño y el Libertad. Don José Bienvenido Laterza es uno de esos pocos privilegiados, y nos contó su rica historia.
Don Laterza, pese a que se encontraba recuperándose de una de las enfermedades de moda, el dengue, nos recibió muy amablemente en su casa, ubicada en el barrio Santa Rosa de esta ciudad.
Laterza comentó que a los 14 años empezó a practicar en las inferiores del club Tembetary. Era el año 1945. Luego pasó a Cerro Porteño por dos años y de ahí emigró al otro grande, el Olimpia, donde ya a los 17 años debutó en primera.
Luego, en el año 1950, fue transferido al mítico Boca Juniors de la Argentina y dos años después volvió al Paraguay para fichar por el Libertad, donde estuvo por una temporada y salió de vuelta, esta vez para el Deportivo Quito de Ecuador, con el que se consagró campeón.
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Cuando regresó de Ecuador conoció a “la mujer de su vida”, Rosa Isabel Jarolín, fallecida hace cinco años.
“Tengo realmente lindos recuerdos de mi época de jugador y como pocos llegué a jugar en los clubes grandes de nuestro país, como Olimpia, Cerro y Libertad; y afuera en Boca Juniors y Deportivo Quito”, relató.
Dijo que cuando retornó de Ecuador se casó y prácticamente ya se dejó del fútbol, con solo 25 años, pues tenía que trabajar para poder mantener a su familia. “Me dejé muy joven porque en aquella época no se pagaba, uno jugaba por amor a la camiseta, pero me gané muchos amigos a través del fútbol e incluso llegué a conocer al rey del fútbol, Pelé”, dijo.
Don Laterza goza hoy día de la tranquilidad del hogar, rodeado de sus tres hijos: Gladys, Zully y Francisco. Tiene 7 nietos y 4 bisnietos. Además fue fundador de la Liga Villetana de Fútbol y hasta fue director técnico de la selección de Villeta.