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CIUDAD DEL VATICANO (EFE). La dimisión de ambos fue aceptada por la Comisión de Cardenales y el Consejo de Supervisión y se ha producido tres días después de la detención de tres personas, entre ellas el prelado Nunzio Scarano, acusadas de fraude y corrupción en el marco de una investigación sobre supuestas irregularidades financieras en el IOR.
Scarano fue responsable del servicio de contabilidad de la Administración del Patrimonio de la Sede Apostólica (APSA), que gestiona el capital inmobiliario del Vaticano.
Con estas dimisiones se acelera la reforma del Banco Vaticano, según precisó su presidente, Ernest von Freyberg, después de que el 26 de junio el papa Francisco creara una comisión formada por cinco personalidades para investigar y aportar transparencia al IOR, envuelto desde hace años en numerosos escándalos financieros.
El Consejo de Supervisión y la Comisión Cardenalicia que vigila el funcionamiento del banco han aceptado las dimisiones y han pedido a von Freyberg que asuma de manera interina y con “efecto inmediato” las funciones de director general, mientras se ha abierto el proceso para designar a los sucesores de Cipriani y Tulli.
El Consejo de Supervisión está formado por von Freyberg y cuatro consejeros, el alemán Ronald Hermann Schmitz, el español Manuel Soto Serrano, el estadounidense Carl Albert Anderson y el italiano Antonio María Marocco.
Según un comunicado del Vaticano, Cipriani y Tulli han dimitido “en el mejor interés del instituto y de la Santa Sede”.
La Autoridad de Información Financiera (AIF), organismo establecido en 2010 para vigilar la transparencia financiera de la Santa Sede, ha sido informada, así como la Ccomisión especial creada por Francisco para la reforma del IOR.
Von Freyberg estará ayudado por Rolando Marranci, que asumirá de manera interina la vicedirección del IOR, y Antonio Montaresi, como responsables de proyectos especiales.
Marranci trabajó en un banco italiano en Londres como jefe de operaciones y Montaresi en varias entidades financieras de EE.UU. como director de riesgos.
Von Freyberg señaló que “si bien están agradecidos por los resultados logrados, está claro que se necesita una nueva dirección para acelerar el ritmo de este proceso de transformación”.
El IOR fue fundado por Pío XII en 1942 y tiene personalidad jurídica propia. En la entidad trabajan 112 personas y dispone de 12 ventanillas. Su única sede está en el Vaticano.