LA HABANA (Reuters, EFE, AFP). En una escena inimaginable hace poco tiempo atrás, Obama llegó al aeropuerto internacional José Martí en el avión presidencial Air Force One junto con su familia y fue recibido por el canciller Bruno Rodríguez, bajo una tenaz lluvia.
“¿Qué bola, Cuba? (saludo habitual de los cuabanos, como un: ¿qué honda, o qué hay? )”, escribió Obama en su cuenta de Twitter @POTUS.
Obama, de 54 años, estará en La Habana hasta la tarde de mañana para escribir una nueva página en las relaciones de los viejos antagonistas.
En un encuentro para saludar al personal de la Embajada de EE.UU. en Cuba y sus familias, entre ellos niños, expresó su deseo de que cuando éstos crezcan “vean como algo natural que un presidente de Estados Unidos esté en Cuba”.
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A pocos meses de dejar el poder, y con las amenazas de algunos aspirantes republicanos a la Presidencia de romper relaciones con Cuba, Obama está decidido a que no haya vuelta atrás en el proceso de acercamiento de ambos países.
“Nosotros queremos hacer el proceso de normalización irreversible”, dijo en la semana el asesor adjunto de seguridad nacional de Estados Unidos, Ben Rhodes, en Washington.
A pesar de haber relanzado sus vínculos bilaterales, Washington y La Habana aún mantienen profundas diferencias.
Uno de los principales puntos en cuestión es el régimen totalitario cubano.
Las autoridades cubanas dijeron que no cambiarían en nada su modelo autoritario, donde hay un partido único y está prohibido formar libremente otro partidos o sindicatos o agremiaciones.
¿Y, ahora qué?
Los analistas consideran que, en esencia, esto es un gran acto simbólico, pero que no tendrá consecuencias inmediatas, y que los acuerdos económicos ya se han ido firmando en los últimos meses para llevar capital a la isla.
Obama y Castro se comprometieron en diciembre de 2014 a poner fin a un distanciamiento que comenzó cuando rebeldes liderados por Fidel Castro derrocaron en 1959 a al dictador Fulgencio Batista y erigieron en su lugar otra dictadura.
Desde ese 2014, ambos gobiernos han restablecido sus relaciones diplomáticas (en julio de 2015), firmado acuerdos comerciales, de telecomunicaciones y de transporte aéreo, entre otros.
El uso del dólar, clave
Un aspecto clave ha sido el alcanzado en los últimos días, cuando el Gobierno estadounidense autorizó el uso de dólares a los cubanos e instituciones financieras para ciertas transacciones.
El impedimento en el uso del dólar y las consiguientes dificultades para llevar a cabo transacciones internacionales, ya que la divisa estadounidense es la más común, era una de las principales quejas de La Habana.
A partir de ahora, el sistema financiero estadounidense quedará autorizado para que los cubanos puedan realizar transferencias de fondos desde cuentas de fuera del país y que tengan como destino final bancos situados fuera de EE.UU.
Cuba aplicó un gesto de reciprocidad, al anunciar que eliminará un impuesto a los dólares que ingresan a la isla.
El canciller Bruno Rodríguez anunció que La Habana eliminaría la tasa de un 10 por ciento a los dólares en efectivo, en respuesta a la decisión de Washington de relajar el control cambiario.
Durante su estancia se reunirá con Raúl Castro, escuchará a algunos opositores, dará un discurso y hasta disfrutará de una pasión en ambos países: el béisbol.
Los actos centrales de la visita se vivirán entre el día de hoy y mañana.
Entre derechos humanos y negocios
La dictadura comunista cubana quiere acercarse a Estados Unidos para atraer inversión del capital extranjero, y salir de la pobreza crónica que padece la isla.
El ministro de Comercio Exterior e Inversión Extranjera de Cuba, Rodrigo Malmierca, dijo que espera que la visita del presidente de EE.UU., Barack Obama, a la isla sirva para impulsar las “oportunidades de negocios”.
En los días previos a la visita de Obama se han anunciado varios acuerdos empresariales como el firmado por la empresa estatal de comunicaciones de Cuba, Etecsa, con Verizon para roaming directo; o con el grupo estadounidense Starwood para operar dos hoteles de La Habana.
Arrestos de opositores
Mientras tanto, pocas horas antes de la llegada de Obama, el régimen arrestó a decenas de opositores, encabezados por las Damas de Blanco, que realizaban su tradicional marcha dominical de protesta contra los abusos de la dictadura comunista.
La marcha contó con la participación de otros opositores, cuando grupos oficialistas de choque, que amedrentan normalmente los actos opositores, arremetieron y acorralaron a los manifestantes.
Casi al momento irrumpió la Policía, que arrestó a las decenas de opositores ahí reunidos.