NACIONES UNIDAS (Reuters, AFP). Los líderes de la Unión Europea acordaron el pasado mes “identificar, capturar y destruir los navíos antes de que sean usados por los traficantes de personas”, pero no está claro cómo podría hacerse, y el bloque de 28 países quiere la autorización de Naciones Unidas para esta operación.
La jefa de Política Exterior de la UE, Federica Mogherini, dijo al Consejo de Seguridad que aún estaban trabajando en los detalles de la operación, y que el problema se debatiría en la reunión de ministros de Relaciones Exteriores europeos el 18 de mayo.
“No podemos hacerlo solos, esto tiene que ser un esfuerzo global común, por eso contamos con su apoyo para salvar vidas y desmantelar las organizaciones criminales que se aprovechan de la desesperación de la gente”, dijo Mogherini al Consejo, compuesto por 15 naciones.
“Ningún refugiado ni inmigrante que sea interceptado en el mar será devuelto a su país contra su voluntad”, dijo.
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Los miembros europeos del Consejo de Seguridad –Reino Unido, Francia, Lituania y España– están trabajando en una resolución para aprobar la operación de la UE bajo el Capítulo 7 de la Carta de Naciones Unidas, que autoriza el uso de la fuerza, según dijeron fuentes diplomáticas.
Pero Rusia ha dicho que cualquier plan que suponga destruir los barcos usados por los contrabandistas sería ir “demasiado lejos”.
“Nuestra primera prioridad es salvar vidas”, dijo Mogherini.
“Una situación excepcional requiere una respuesta excepcional y coordinada”, aseveró.
“No es solo una emergencia humanitaria, sino también una crisis de seguridad, porque las redes de contrabando están vinculadas y, en algunos casos, financian actividades terroristas”, afirmó.
En torno a 1.800 inmigrantes han muerto en el Mediterráneo este año, según cálculos de la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados.
Unos 51.000 han entrado en Europa por mar, con 30.500 a través de Italia, huyendo de la guerra y la pobreza en Asia, África y Oriente Medio.
La mayoría de los inmigrantes viaja a Europa desde Libia, sumida en el caos y el desgobierno desde la caída de Muamar el Gadafi hace cuatro años.
“No actuamos ni queremos actuar contra nadie, sino en colaboración con todos”, dijo Mogherini.
También garantizó a Libia –principal puerto de salida de los inmigrantes– que no se hará nada sin su consentimiento. “Nuestro mensaje a los libios es claro: Europa está dispuesta a ayudarlos de cualquier forma posible (...) Europa estará junto a ustedes”.
De acuerdo a fuentes diplomáticas, una eventual resolución del Consejo autorizaría a abordar y eventualmente destruir las embarcaciones utilizadas por los traficantes.