El escándalo se desató hace exactamente una semana, cuando el fiscal Lorenzo Lezcano y agentes especiales de la Senad allanaron la residencia del policía retirado Benicio Silva, en la colonia Santo Domingo de Canindeyú.
Silva, quien trabaja como fletero para las facciones criminales de la zona, había perdido solo horas antes, en el distrito de Katueté, una megacarga de 20 toneladas de marihuana prensada que debía hacer llegar hasta Salto del Guairá en un camión manejado por otro policía retirado, Marcos Antonio Jara Casco.
En la casa de Silva se encontró una agenda con detalles de los sobornos pagados a casi toda la Policía de Canindeyú.
Las coimas, que iban desde G. 2 millones hasta G. 8 millones, les llegaban por ejemplo a un tal “JP” y a un tal “JO”, que supuestamente son las abreviaturas de los cargos de jefe de Policía y jefe de Orden, ocupados actualmente por los comisarios principales Óscar Ruiz y Luciano Capdevila, respectivamente. Igualmente, el dinero le llegaba a un tal “IS”, que presuntamente significa Investigaciones de Salto del Guairá, cuyo titular es el comisario principal Pedro Capdevila.
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La única acción de la Policía en esta causa fue la serie de allanamientos practicados el jueves último en el distrito de Yvy Pytã, donde el fiscal Vicente Rodríguez recogió otra agenda con más sobornos. Las viviendas cateadas pertenecen a los miembros de la familia Enciso Ruiz Díaz, todos vinculados con el narcotráfico.
Por otro lado, ayer se hizo viral en el Facebook una publicación del supuesto narco de Salto del Guairá Luis Franco, alias Vaca Resa, uno de los investigados por la megacarga requisada en Katueté, quien alzó un mensaje aparentemente dirigido a la Policía y a la Fiscalía.
