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El agente implicado es el suboficial ayudante David Silva Maciel, de 21 años, quien entregó su guardia ayer a las 00:00 y entró a una de las habitaciones de la comisaría como para descansar hasta las 06:00, cuando a su vez debía reincorporarse al servicio de patrulla.
Sin embargo, el joven agente interrumpió su descanso y aproximadamente a las 03:00 salió al patio de la comisaría y robó una motocicleta Kenton roja que estaba incautada.
El biciclo había sido usado por una banda de asaltantes para interceptar y robar en Villa Elisa otra motocicleta que al final fue recuperada el 29 de mayo pasado en el Puerto Botánico de Asunción, ya que este último vehículo tenía sistema de rastreo satelital GPS. En aquella ocasión fue capturada Nadia Valentina Vera, de 20 años, novia de uno de los asaltantes.
Las propias cámaras de seguridad de la comisaría 12ª del barrio Santísima Trinidad grabaron al suboficial cuando sacó la moto hasta el portón y escapó en ella.
El informe que hicieron sus compañeros dice que el oficial de guardia vio al suboficial cuando ya salía de la unidad. Minutos después, David Silva Maciel regresó a su base, pero ya sin la moto, y en todo momento negó el hecho.
Posteriormente, fueron verificadas las imágenes del circuito cerrado y el oficial de guardia trató de aprehender al suboficial, pero este salió apresuradamente de la comisaría. Al volver, trató de devolver el biciclo, pero cuando eso ya se había comunicado la novedad a la fiscala Carina Serón, de la Barrial 7. El parte indica que la representante del Ministerio Público ordenó la inmediata detención de David Silva Maciel y se recuperó la motocicleta.
Sin embargo, grande fue la sorpresa de los agentes de la comisaría 12ª cuando la fiscala firmó, casi de inmediato, la orden de libertad del suboficial que robó la moto.
En contactos con radio ABC Cardinal y ABC TV, la fiscala minimizó el robo y dijo que fue un simple quebrantamiento del depósito.
Al final, al policía le tuvieron que devolver su arma reglamentaria y este quedó habilitado para salir a patrullar las calles, como si nada hubiera pasado.