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El defensor sostuvo que el tribunal de sentencia integrado por Dina Marchuk, Óscar Rodríguez Masi y Julio César Granada no consideró las atenuantes que tendrían que haber beneficiado a Trotte, como que no tenía antecedentes, es joven, tenía un trabajo fijo, su formación cultural, entre otros factores.
Méndez también explicó que la sentencia es contradictoria. Además, el tribunal de sentencia perdió total imparcialidad al calificarlo como “un líder para el mal”, o que su “actual pareja podría correr la misma suerte de su esposa”. El colegiado calificó la conducta de Trotte como de “extrema crueldad”, “alevosía” y “absoluta falta de piedad”.
El defensor igualmente indicó que cuestiona la imposición de los 10 años de medida de seguridad. Para el abogado, este tipo de medidas es inconstitucional y solo debe ser aplicada para las personas que son irreprochables, como los afectados por algún trastorno mental.
El hecho de homicidio ocurrió el 3 de julio de 2011, cuando Trotte (autor confeso) asesinó de dos balazos (uno en el rostro y otro en la cabeza) a su esposa Sonia Vera.