Mattos fue imputado por la fiscala Susi Riquelme, quien solicitó la aplicación de medidas alternativas a la prisión, entre ellas prohibición de acercarse o contactar con la víctima; de concurrir a la institución y de realizar actividades con niños y adolescentes del colegio.
En la audiencia realizada ayer, el profesor fue asistido por los abogados Gerardo Díaz y Diego González, quienes ofrecieron una fianza de G. 50 millones para la obtención de medidas alternativas a la prisión.
Sin embargo, el magistrado resolvió decretar la prisión del procesado, tras constatar que no se ha acreditado su arraigo en el país y en estas condiciones, el peligro de fuga está latente.
“No se ha demostrado que cuente con un domicilio fijo, ya que no se adjunta certificado de vida y residencia o cualquier otro documento que certifique su arraigo dentro de la República del Paraguay.
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Tampoco se ha podido demostrar que es el asiento de su familia o trabajo se encuentra en territorio nacional; con base en lo expuesto, existiría un alto peligro de fuga”, concluyó Delmás.
El abuso
La imputación se realizó tras una denuncia realizada por los padres de un chico de 11 años, alumno del 5° grado, que relató que Matto lo llevó hasta una de las habitaciones y perpetró el abuso. Como el niño lloró mucho, Mattos le prometió que no volvería a hacer, le pidió que lo perdone y no cuente nada a nadie.
