/arc-anglerfish-arc2-prod-abccolor.s3.amazonaws.com/public/IP6KFF2Y2JFVDIS6DBN2CLYGAE.jpg)
Cargando...
En menos de 48 horas, la fiscala Ana Girala y los policías de Investigaciones de Central pudieron identificar y capturar a los que consideran son los involucrados en el atentado que sufrió la estudiante de Enfermería Wilma Castillo Noguera, quien tiene 13 semanas de gestación. Es un solo bebé, no gemelos, como se creyó en principio.
El ataque, que simularon que fue un asalto perpetrado por delincuentes en motocicleta, se produjo el martes de mañana sobre la calle Avelino Martínez casi Brasil de San Lorenzo.
La fiscala anunció ayer que imputó por tentativa de feminicidio y robo agravado, en carácter de instigadores, así como con la figura de asociación criminal, al matrimonio conformado por Martín Antonio Vera (40) y Bernardina Duré Aquino (35).
Martín Antonio Vera, quien es el padre de la criatura que está esperando la víctima Wilma Castillo Noguera, fue detenido ayer de mañana en el kilómetro 19 de la Ruta 2, Capiatá.
El hombre se dejó atrapar después de hablar por teléfono celular con su esposa Bernardina, quien por su parte estaba arrestada desde el miércoles a la noche, cuando fue localizada en la casa de una de sus hermanas en Itauguá.
El plan de homicidio aparentemente fue hecho por Bernardina con la finalidad de deshacerse de la amante de su marido y recuperar su matrimonio.
Bernardina regresó de España el 6 de abril último y tres días después se enteró de la infidelidad y del embarazo de su rival.
El jefe de Investigaciones, comisario principal Rubén Paredes, con la venia de la fiscala interviniente Ana Girala, difundió ayer un par de audios que comprometen seriamente a la pareja detenida.
En una de las conversaciones por WhatsApp, la sospechosa le dijo al supuesto sicario Roque Javier Vera (43) que elija un buen lugar para atacar a la embarazada, preferentemente en un punto sin cámaras de seguridad, para que no fueran filmados y así también poder escapar más rápidamente.
El supuesto criminal le respondió casi de inmediato a su cuñada que ya se iban a acercar al punto donde atacarían a la víctima, porque estuvieron esperándola media hora en un lugar adonde nunca llegó y por el cual había pasado una patrullera de la Policía.
En otro momento, la propia Bernardina complicó a su esposo, ya que confesó en un audio que Martín Antonio Vera le llamaría a su amante Wilma Castillo Noguera para citarla en el punto en que debía ser asesinada.
El presunto matón Roque Javier Vera, quien ya está detenido, es el hermano mayor de Martín Antonio Vera y, por ende, cuñado de Bernardina.
Roque actuó en compañía de su cómplice Marco Benítez Armoa (26), también ya imputado y encarcelado.
Del poder de ambos se recuperaron algunas pertenencias de la víctima, excepto G. 5.800.000 en efectivo y su teléfono celular.