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El halo solar, una vez más, causó asombro e hizo elevar las miradas hacia lo alto del firmamento, ayer al mediodía. Esta vez, el fenómeno también fue blanco de los celulares, de los que directamente pasó a las redes sociales generando todo tipo de comentarios.
Y aunque mucha gente lo asocie con creencias o predicciones, de las más inverosímiles, no es más que un fenómeno meteorológico que tiene lugar al refractarse la luz solar en los cristales de hielo que tienen los cirros y cúmulos, que son nubes ubicadas entre los 6.000 y 12.000 metros de altura en los límites de la troposfera.
Si bien científicamente nada tiene que ver, para la gran mayoría de la gente el halo solar es presagio de lluvias o tormentas.
En el siglo XIX don Carlos A. López redactó un pequeño manual para los agricultores y en uno de sus capítulos enseña a predecir el tiempo, observando los astros, especialmente estrellas, la Luna y el Sol. Como ejemplo, en uno de sus apartados, el libro señala que, si las pléyades o “siete cabrillas” estaban sin brillo, casi opacas, o si se formaba el halo, habría lluvia en las próximas 24 horas.
Casualidad o no, la Dirección de Meteorología en su pronóstico para hoy y mañana depara lluvias y ocasionales tormentas eléctricas. Para aumentar la predicción, poco después empezó a nublarse ayer.